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El papa Francisco ha estado en el hospital Gemelli de Roma durante más de tres semanas, donde fue admitido el 14 de febrero debido a una grave infección respiratoria. Esta situación ha generado preocupación entre los fieles y la comunidad católica, ya que es la cuarta vez que el pontífice es hospitalizado desde 2021.
Su salud ha sido un tema recurrente, especialmente tras las cirugías que ha enfrentado en los últimos años, incluyendo intervenciones en el cólon y el abdomen, así como dificultades para caminar.
Mejoras en la salud del papa Francisco
Recientemente, el equipo médico que atiende al papa anunció que su estado de salud ha mejorado, lo que llevó a la eliminación del pronóstico reservado que había estado vigente.
Esto significa que los médicos han disipado las incertidumbres sobre su recuperación, aunque aún no se ha establecido una fecha de alta. El Vaticano ha informado que el papa tuvo otra «noche tranquila», lo que sugiere que su condición se mantiene estable.
Tratamiento y cuidados en el hospital
A pesar de las mejoras, el Vaticano ha indicado que el papa Francisco continuará recibiendo tratamiento en un entorno hospitalario por varios días más. Durante su estancia, ha estado sometido a fisioterapias para mejorar su respiración y movilidad, lo cual es crucial para su recuperación.
La atención médica ha sido constante, y se ha confirmado que el papa sufrió de una neumonía bilateral, una infección grave que complica la respiración y puede afectar ambos pulmones.
La importancia de la salud del papa
La salud del papa Francisco es de gran relevancia no solo para la Iglesia Católica, sino también para millones de personas en todo el mundo que lo ven como un líder espiritual.
Su hospitalización ha suscitado una ola de apoyo y oraciones de sus seguidores, quienes esperan su pronta recuperación. La situación actual pone de relieve la fragilidad de la salud del pontífice, pero también su resiliencia y la dedicación del equipo médico que lo cuida.
