En Andalucía, al sur de España, se encuentra un lugar único: el desierto de Tabernas. Con unas 3.000 horas de sol al año y escasas lluvias, este microclima ha creado un paisaje reminiscentemente desértico, similar a los de Estados Unidos, Israel y Marruecos. Ahora, este paraje natural es un destino protegido que atrae a cineastas de todo el mundo.
Un escenario cinematográfico desde 1957
El interés de los directores por Tabernas comenzó en 1957, cuando André Cayatte eligió este desierto para filmar «Ojo por ojo». Desde ese momento, la historia del cine se entrelaza con este paisaje árido, que rápidamente se convirtió en la imagen de muchos westerns. En los años 60, Sergio Leone dirigió aquí clásicos como «El bueno, el malo y el feo» y «Por un puñado de dólares», estableciendo a Tabernas como el lugar de culto para los amantes del cine.
Spaghetti Westerns y más
El fenómeno de los spaghetti westerns, un subgénero que combinaba historias del Lejano Oeste con directores italianos, floreció en este desierto. Leone, junto a actores icónicos como Clint Eastwood, logró que muchos creyeran que estaban viendo los vastos paisajes de Nevada. Pero Tabernas se convirtió en algo más que solo un set de westerns; también fue el telón de fondo para otros géneros cinematográficos. Desde «Conan el bárbaro» hasta «Indiana Jones y la última cruzada», este desierto ha sido testigo de la acción y la aventura.
La influencia de Juego de Tronos
Más recientemente, Tabernas ha capturado la atención de producciones globales como «Juego de Tronos», donde varios escenarios de Almería se transformaron en el mítico mundo de Westeros. La fortaleza de Alcazaba, construida en el siglo X, fue utilizada para representar el Reino de Dorne, destacando la rica herencia cultural de la región.
Ubicaciones memorables
Las escenas inolvidables, como el asesinato de Doran Martell en «La Mujer Roja», fueron filmadas aquí. La deslumbrante mezcla de historia y ficción atrajo a miles de turistas, ansiosos por pisar el mismo terreno que sus personajes favoritos. La conexión de Tabernas con el cine ha hecho que este desierto no solo sea un lugar de filmación, sino un destino turístico por derecho propio.
Fort Bravo: el legado del cine
El poblado de Juan García, creado para los spaghetti westerns, se transformó a lo largo de los años en Fort Bravo, un parque temático que ofrece espectáculos y paseos al estilo del Viejo Oeste. Inaugurado en 1981, este lugar se ha mantenido como un recordatorio del glorioso pasado cinematográfico de la región, conservando la magia del cine en cada rincón.
Protección y futuro
En 1989, la Junta de Andalucía decidió proteger oficialmente esta área como espacio natural, asegurando que las futuras generaciones puedan disfrutar de su belleza y su historia. La combinación de paisajes desérticos y un rico legado cinematográfico convierte a Tabernas en un lugar excepcional que sigue atrayendo a cineastas y turistas por igual.