El curioso movimiento de los gatos antes de cazar

El rebolado: un movimiento instintivo

Entre los muchos movimientos adorables que realizan los gatos mientras juegan, uno de los más entrañables es el famoso rebolado que hacen antes de lanzarse sobre un juguete o una presa. Este comportamiento, que puede parecer simplemente divertido, tiene un propósito mucho más profundo y esencial para su instinto cazador. Según la bióloga Nathalie Amorim Fernandes, este movimiento no solo es una muestra de su energía, sino que también cumple funciones cruciales en su técnica de caza.

Calibrando el ataque

El rebolado que realizan los felinos antes de atacar les ayuda a posicionarse correctamente, garantizando una estabilidad necesaria para el salto. Es como si estuvieran calibrando su asalto, ajustando su cuerpo para maximizar la efectividad de su ataque. Este movimiento también actúa como un ‘calentamiento’, permitiendo al gato calcular la distancia y la fuerza que necesitará para el salto, similar a lo que hacemos los humanos antes de realizar un salto de longitud. Este proceso es vital para que el gato pueda cazar con éxito, incluso cuando se trata de un simple juguete.

La energía detrás del juego

La caza, aunque sea simulada, genera una excitación y una explosión de energía en los gatos que se manifiestan en este movimiento instintivo. La bióloga Nathalie explica que el rebolado es diferente del cálculo que hacen los gatos para saltar sobre superficies altas, como los armarios. Estos felinos son capaces de saltar hasta dos metros de altura, gracias a la fuerza y longitud de sus patas traseras. Un estudio publicado en el Journal of Experimental Biology en 2002 reveló que su capacidad para saltar tan alto se debe a la masa muscular de sus patas traseras y a la técnica que utilizan para impulsarse. Al agacharse profundamente, levantan las patas delanteras y extienden rápidamente las traseras, lo que les permite alcanzar fácilmente lugares altos.