En un giro inesperado de los acontecimientos, el futuro embajador de Brasil en Guinea-Bissau, Pablo Cardoso, se ha visto envuelto en un escándalo que ha captado la atención de los medios. Todo comenzó con una correspondencia que Cardoso envió a su colega, Cristiano Ebner, jefe de la División de Salud y Seguridad del Servidor del Itamaraty, en la que incluía un dibujo de un pénis con alas. Este gesto, que fue interpretado como una amenaza, llevó a una investigación por parte de la Policía Federal de Brasil.
Un malentendido diplomático
Según informes del diario O Globo, la correspondencia no contenía identificación del remitente, lo que generó confusión y preocupación en el Itamaraty. Ebner, al recibir el dibujo, consideró que se trataba de una amenaza y decidió informar a la Corregedoria del ministerio. Esto desencadenó un inquérito para identificar al autor del mensaje. Sin embargo, la investigación fue archivada posteriormente.
La defensa de Cardoso
En medio de la controversia, Pablo Cardoso se disculpó con Ebner, alegando que el incidente había sido una brincadeira infantil y no una amenaza seria. A pesar de la gravedad de la situación, Cardoso aseguró que no había ningún procedimiento en su contra en la Corregedoria y que el caso fue cerrado en octubre de 2024 tras la firma de un TAC (Termo de Ajustamento de Conduta).
El futuro de Cardoso en Guinea-Bissau
A pesar de este escándalo, Cardoso está programado para asumir su nuevo cargo en Guinea-Bissau, donde será su primera experiencia como embajador. Actualmente, se desempeña como ministro-consejero en la misión de Brasil ante la CPLP (Comunidade dos Países de Língua Portuguesa) en Lisboa. Sin embargo, antes de su partida hacia el continente africano, deberá enfrentar una sabatina en la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado brasileño, donde su nombramiento será evaluado.
Este incidente pone de relieve la importancia de la comunicación en el ámbito diplomático y cómo un malentendido puede tener repercusiones significativas. A medida que Brasil se prepara para enviar a Cardoso a Guinea-Bissau, el mundo observa con atención cómo se desarrollará esta situación y qué impacto tendrá en las relaciones diplomáticas entre ambos países.