Una madre dice que ha sido «perseguida para siempre» después de que su pareja sacudiera a su bebé de seis meses hasta la muerte después de que su pedido de pizza fuera erróneo.
El «cuento de hadas» de una madre se rompe después de que su pareja matara a su bebé por un error en la pizza
Evander Wilson entró «en una especie de furia» después de descubrir que faltaba una botella de refresco en su pedido de comida rápida durante un encierro en Australia.
El padre vio rojo y atacó brutalmente a Chelsea Smith delante de sus dos hijos en el salón de su casa de Mildura, en Victoria, antes de asesinar a su hijo menor, Jakobi.
Se informó que agarró violentamente a Smith por el pelo y la arrastró por la habitación antes de golpearla en las costillas y el estómago. Smith trató de consolar a su hijo Jakobi, que lloraba sentado en su asiento de coche, pero siguió sollozando.
Se negó a devolverle a su hijo a Smith antes de zarandearlo, haciéndolo rebotar sobre sus piernas sin apoyo en la cabeza, lo que finalmente le llevó a golpearse la cabeza con la rodilla.
El bebé seguía llorando cuando el padre lo volvió a colocar en su silla de coche, pero de repente se calló antes de cerrar los ojos.
Wilson cogió entonces a su hijo «con cuidado» y se disculpó diciéndole «papá lo siente». Pero el indefenso bebé se quedó sin fuerzas y vio cómo el color se desvanecía de todo su cuerpo, momento en el que Smith llamó desesperadamente a una ambulancia.
Los médicos acudieron al lugar de los hechos e intentaron salvar a Jakobi, que «jadeaba» de vez en cuando, según declaró la juez Elizabeth Hollingwood ante el Tribunal Supremo. Pero a pesar de sus esfuerzos, el bebé fue declarado muerto 45 minutos después en el Hospital de Base de Mildura.
Los exámenes posteriores revelaron que había muerto por un traumatismo craneal. Pero la madre tardó más de dos semanas en armarse de valor y contar a la policía lo que le ocurrió a su hijo aquella noche, lo que llevó a la detención de Wilson en junio de 2020.
El padre se declaró culpable de homicidio infantil, pero previamente había afirmado que era culpa de Smith que su bebé estuviera muerto.
También se informó de que envió una serie de mensajes de texto amenazantes en los que decía que le haría daño una vez que saliera de la cárcel.
La madre dijo: «Estaba tan asustada que iba a tener recuerdos y pesadillas de la noche en que perdí a mi hijo.
«La noche en que perdí a Jakobi me perseguirá para siempre.
«Mi cuento de hadas de ser una familia se ha desgarrado».
Se informó de que la pareja no estaba llevando bien el primer encierro de Victoria y que Wilson había recurrido a las drogas como forma de sobrellevar la tensión.
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