El cambio de liderazgo en Perú busca combatir el aumento de la criminalidad

En un movimiento decisivo para enfrentar la creciente violencia alimentada por el crimen organizado, el recién inaugurado presidente de Perú, José Jerí, ha nombrado a un general retirado como ministro del Interior. Esta decisión estratégica se produce tras su ascenso al poder, luego de la destitución de la exlíder Dina Boluarte, cuyo gobierno enfrentó un amplio rechazo.

Con solo 38 años, Jerí se ha comprometido a liderar un gobierno de transición hasta las próximas elecciones, programadas para el 12 de abril de 2026. Su elección para el cargo de ministro del Interior, Vicente Tiburcio, un veterano en la aplicación de la ley, refleja un firme compromiso para abordar el crimen desbordante que ha asolado la nación.

Nombramiento de un ministro de mano dura

El cambio en el gabinete de Jerí, que ocurrió poco después de su inauguración, introdujo a Tiburcio, un exgeneral de policía de 61 años, conocido por su papel en la lucha contra la guerrilla del Sendero Luminoso. Su amplia experiencia en la lucha contra el narcotráfico, terrorismo y el crimen organizado lo posiciona como un candidato ideal para este papel crucial.

En un comunicado del gobierno, Jerí enfatizó la necesidad de adoptar una postura firme contra el aumento de la extorsión y la violencia que ha asediado al país en los últimos años. Advirtió a los líderes criminales que su administración no tolerará sus intentos de gobernar desde las sombras, declarando: «Actuaremos de manera decisiva e implementaremos los cambios necesarios. Quédense advertidos.»

Desafíos para la nueva administración

El contexto del ascenso de Jerí se caracteriza por un paisaje político caótico, con Perú habiendo presenciado un número asombroso de cambios de liderazgo en los últimos años. Tras un turbulento proceso de destitución, la salida de Boluarte fue marcada por una notable ausencia de protestas públicas, un contraste sorprendente con las reacciones intensas observadas durante la destitución de su predecesor, Pedro Castillo.

La desaprobación hacia Boluarte alcanzó un sorprendente 96 por ciento, reflejando la profunda insatisfacción entre la población. En su ausencia, Jerí enfrenta la difícil tarea de restaurar la fe en el gobierno y abordar la crisis de seguridad que ha provocado un descontento generalizado.

Aumento del crimen y descontento público

Perú ha estado lidiando con un aumento sustancial del crimen, especialmente en forma de extorsión y asesinatos por encargo, que se han vuelto casi comunes en el país. Pandillas como Los Pulpos y el venezolano Tren de Aragua han extendido su influencia, manteniendo a individuos de diversos sectores como rehenes.

Las estadísticas recientes indican un aumento asombroso en los casos de extorsión reportados, que pasaron de 2,396 en 2023 a 15,336 en 2024, un incremento del 540 por ciento. El asesinato de al menos 47 conductores de autobús este año, atribuido a las tácticas violentas de las pandillas extorsionistas, ha subrayado aún más la urgencia de la misión de Jerí.

Ramificaciones políticas del crimen

El clima político en torno a la destitución de Boluarte estuvo fuertemente influenciado por la crisis de seguridad en curso, con muchos sectores del Congreso deseosos de desviar la culpa hacia su administración. El analista político Fernando Tuesta señaló que la destitución fue una maniobra estratégica para subrayar la idea de que el aumento de la criminalidad era responsabilidad exclusiva de Boluarte.

La historia de Perú de liderazgo inestable es evidente, con siete presidentes en solo nueve años, tres de los cuales fueron destituidos por acciones del Congreso. Mientras Jerí busca estabilizar la nación, enfrenta escepticismo y altas expectativas de una población que anhela una gobernanza efectiva.

Ambiciones políticas en el trasfondo

Con solo 38 años, Jerí se ha comprometido a liderar un gobierno de transición hasta las próximas elecciones, programadas para el 12 de abril de 2026. Su elección para el cargo de ministro del Interior, Vicente Tiburcio, un veterano en la aplicación de la ley, refleja un firme compromiso para abordar el crimen desbordante que ha asolado la nación.0

Con solo 38 años, Jerí se ha comprometido a liderar un gobierno de transición hasta las próximas elecciones, programadas para el 12 de abril de 2026. Su elección para el cargo de ministro del Interior, Vicente Tiburcio, un veterano en la aplicación de la ley, refleja un firme compromiso para abordar el crimen desbordante que ha asolado la nación.1

Con solo 38 años, Jerí se ha comprometido a liderar un gobierno de transición hasta las próximas elecciones, programadas para el 12 de abril de 2026. Su elección para el cargo de ministro del Interior, Vicente Tiburcio, un veterano en la aplicación de la ley, refleja un firme compromiso para abordar el crimen desbordante que ha asolado la nación.2