La educación representa un pilar fundamental en cualquier sociedad. En Argentina, dos docentes se destacan por su compromiso y dedicación. Gloria Cisneros y Miguel Alejandro Rodríguez han sido seleccionados como finalistas del Global Teacher Prize 2026. Este prestigioso galardón honra a los mejores educadores del mundo, siendo considerado el ‘Nobel de la educación’. El premio otorga un millón de dólares al ganador y cuenta con la participación de más de 5,000 postulantes de 139 países.
Gloria Cisneros: una maestra del Impenetrable chaqueño
Desde Taco Pozo, Gloria Cisneros inicia cada lunes un viaje en moto que dura más de dos horas. Recorre caminos de tierra en condiciones extremas para llegar a la Escuela N.° 793 “Don Carlos Arnaldo Jaime”, situada en el paraje La Sara. Su labor va más allá de impartir clases; Gloria es directora, maestra, cuidadora y líder comunitaria de esta institución aislada. Durante la semana, reside en la escuela, dedicando su tiempo y esfuerzo a transformar este lugar en un centro de aprendizaje y desarrollo social.
Un faro educativo en condiciones adversas
En una región donde la escasez de agua potable y la falta de servicios básicos son una constante, Gloria ha logrado implementar innovaciones significativas. Ha introducido paneles solares y conectividad a Internet, lo que permite a los estudiantes acceder a recursos educativos digitales. Además, ha desarrollado metodologías de enseñanza creativas, como el aprendizaje basado en la investigación, que estimula la curiosidad y el pensamiento crítico entre sus alumnos.
Uno de sus proyectos más admirables es “La biblioteca en mi casa”, una iniciativa que trabaja junto a las familias para establecer pequeñas bibliotecas en cada hogar. Esto asegura que los niños tengan acceso a libros y fomenta la lectura fuera del aula. Este esfuerzo ha sido reconocido a nivel nacional como un modelo educativo replicable en entornos rurales.
Miguel Alejandro Rodríguez: educación técnica en la ciudad
Un destacado representante argentino en la lista de finalistas es Miguel Alejandro Rodríguez, profesor de educación técnica en la ET N.° 3 María Sánchez de Thompson, ubicada en Buenos Aires. Con más de 27 años de experiencia en la enseñanza, Miguel ha fundado el Club de Ciencias Cóndor, un espacio que permite a los jóvenes desarrollar soluciones tecnológicas con un impacto social significativo, muchas de ellas orientadas a comunidades rurales.
Su enfoque en la educación técnica no solo busca impartir conocimientos, sino también empoderar a los estudiantes a través de la innovación y la creatividad. ¿Cómo puede la educación técnica transformar la vida de los jóvenes en contextos desafiantes? La respuesta está en iniciativas como esta, que fomentan el pensamiento crítico y el desarrollo de habilidades prácticas.
Impacto social a través de la tecnología
El Club de Ciencias Cóndor se ha consolidado como un referente en la formación de jóvenes en áreas tecnológicas. Utiliza materiales reciclados para desarrollar proyectos innovadores, como sistemas de remediación ambiental y biodigestores. Estos proyectos no solo enseñan habilidades prácticas, sino que también fomentan un profundo sentido de responsabilidad social entre los estudiantes.
Un reconocimiento global para la educación argentina
La lista de finalistas se reducirá a diez, y se anunciará al ganador durante el World Governments Summit en Dubái, que se llevará a cabo del 3 al 5 de febrero de 2026. La historia de Gloria y Miguel ha cruzado fronteras, destacando la educación argentina en el ámbito internacional y subrayando la relevancia de su labor en la formación de futuros ciudadanos.
Estos educadores no solo son ejemplos de excelencia en la enseñanza; también simbolizan cómo el compromiso y la dedicación pueden transformar la vida de los estudiantes y sus comunidades. En el marco de esta competencia global, sus historias nos recuerdan que cada esfuerzo en el aula deja una huella duradera. La educación, sin duda, es la clave para construir un futuro mejor.



