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Diversidad en el ballet: un cambio necesario en la danza contemporánea
La danza ha sido históricamente un reflejo de la cultura y la sociedad, pero también ha sido un espacio donde la exclusión ha prevalecido. En Brasil, el ballet ha enfrentado críticas por su falta de diversidad, especialmente en lo que respecta a la representación de bailarinas negras.
Sin embargo, un reciente cambio en el Ballet de la Ciudad de São Paulo está comenzando a romper con esta tradición. La inclusión de nuevas bailarinas negras en la compañía no solo es un paso hacia la equidad, sino que también enriquece la narrativa y la estética del ballet contemporáneo.
Un nuevo comienzo para la diversidad
Grécia Catarina, la primera y única bailarina negra en el Ballet de la Ciudad, ha sido una pionera en este cambio. Su historia es un testimonio de la lucha por la representación en un ámbito donde las oportunidades han sido escasas para las mujeres de color.
En 2018, cuando se unió a la compañía, sabía que su presencia era un acto de resistencia. «No quería ser la única para siempre», confiesa. Su deseo se ha hecho realidad con la llegada de Safira Santana Sacramento y Cleia Santos de Souza, quienes han sido seleccionadas a través de un proceso que busca específicamente aumentar la diversidad racial en el ballet.
Un proceso de selección inclusivo
El proceso de selección para estas nuevas bailarinas fue innovador. Se llevó a cabo en varias fases, incluyendo pre-selección, entrevistas y una residencia artística. Este enfoque no solo permitió que las bailarinas demostraran su talento, sino que también fomentó un ambiente de colaboración y aprendizaje.
Durante la residencia, las finalistas trabajaron directamente con el coreógrafo Alejandro Ahmed, quien ha sido fundamental en la creación de un espacio donde se valoran las diferentes identidades y estilos de danza. «Cada uno tiene su propia identidad en la danza contemporánea», afirma Catarina, resaltando la importancia de la diversidad en el movimiento.
Desafiando estereotipos y prejuicios
A pesar de los avances, la inclusión de bailarinas negras en el ballet no ha estado exenta de críticas. Algunos han acusado a la compañía de caer en el ‘identitarismo’, un término que ha sido utilizado para deslegitimar esfuerzos de inclusión. Sin embargo, Andrea Caruso Saturnino, superintendente del Theatro Municipal de São Paulo, defiende la iniciativa. «Estamos enriqueciendo las artes con diversas perspectivas y formas de pensamiento», explica. La ausencia histórica de mujeres negras en el ballet es un reflejo de un sistema que ha privilegiado una estética eurocéntrica. La llegada de estas nuevas bailarinas no solo desafía este estereotipo, sino que también abre la puerta a un futuro más inclusivo.
Un impacto en la comunidad y el futuro del ballet
La inclusión de bailarinas negras en el Ballet de la Ciudad de São Paulo no solo es un cambio dentro de la compañía, sino que también tiene un impacto significativo en la comunidad. Para muchas jóvenes, ver a mujeres como Grécia, Safira y Cleia en el escenario es una fuente de inspiración. «Si hay más mujeres negras e indígenas en el escenario, otras sabrán que también pueden», dice Cleia, subrayando la importancia de la representación. Este cambio no solo transforma el ballet, sino que también contribuye a una conversación más amplia sobre la diversidad y la inclusión en todas las formas de arte.