El desempleo juvenil en Argentina
En la actualidad, Argentina enfrenta una preocupante crisis laboral que afecta especialmente a los jóvenes. Fernando, un hombre de 77 años, apenas logra sobrevivir con su pensión mínima, complementando sus ingresos con clases privadas de química y matemáticas. Por otro lado, Zuyimar, de 20 años, lleva meses buscando empleo sin éxito, un reflejo de la creciente tasa de desempleo juvenil en el país. La última Encuesta Permanente de Hogares (EPH) revela que la tasa de desempleo entre los jóvenes es tres veces superior a la de los adultos. En el cuarto trimestre de 2024, el 13.8% de las mujeres y el 12.5% de los hombres de 14 a 29 años estaban desempleados, comparado con cifras mucho más bajas en grupos de mayor edad.
Disparidades en el mercado laboral
El Ministerio de Capital Humano reportó que en el tercer trimestre de 2024, la tasa de desempleo para jóvenes de 18 a 24 años alcanzó el 19.4%. En contraste, los adultos de 25 a 34 años tenían una tasa significativamente menor, del 8.1%. Esta diferencia se hace aún más evidente al observar que el 65.5% de los trabajadores menores de 24 años se encuentran en empleos no registrados. A medida que se avanza en la edad, la situación mejora, con solo un 29.5% en el grupo de 35 a 49 años y un 26.6% entre los de 50 a 59 años.
La frustración de los jóvenes en la búsqueda de empleo
Zuyimar expresa su frustración en su búsqueda laboral: “Tengo experiencia en atención al cliente, pero no logro que me llamen para una entrevista. A veces, lo que piden es contradictorio; quieren jóvenes con años de experiencia.” Este sentimiento de desánimo es compartido por muchos jóvenes que sienten que, a pesar de su preparación, las oportunidades son escasas. Se encuentran atrapados en un ciclo donde la falta de experiencia laboral les impide acceder a empleos, lo que crea un ambiente desalentador para la nueva generación.
El otro lado de la moneda: jubilados en busca de trabajo
Al mismo tiempo, un número creciente de jubilados se ve obligado a buscar empleo para poder subsistir. Eugenio Semino, Defensor de la Tercera Edad en Argentina, explica que la relación entre el desempleo juvenil y la búsqueda de trabajo por parte de los jubilados es estrecha. “Cuando se habla de reforma de pensiones, la única propuesta es aumentar la edad de jubilación, pero esto no soluciona la situación actual”, afirma Semino. Fernando, un ingeniero químico retirado, explica que su pensión apenas cubre sus gastos básicos, por lo que ha optado por dar clases particulares. “A pesar de no tener grandes gastos, no es suficiente para vivir”, lamenta.
Empleo precario y trabajo forzado
La necesidad de los jubilados de seguir trabajando se traduce en la aceptación de empleos precarios y mal remunerados. Muchos son contratados para trabajos que no corresponden a su experiencia previa, lo que representa una explotación del mercado laboral. Semino señala que esta situación no es nueva, pero ha crecido exponencialmente en el contexto de una crisis social profunda. “Los trabajos típicos incluyen porteros de noche, taxis no licenciados y cuidado de personas mayores”, describe. Estos empleos, además de ser inestables, a menudo conllevan riesgos para la salud.
El deseo de seguir activos
A pesar de la dificultad económica, muchos jubilados como Beatriz, de 70 años, encuentran en el trabajo una forma de mantenerse activos y ocupados. “Disfruto enseñar y tengo que hacerlo para cubrir mis gastos”, comenta. Un estudio reciente de la Fundación COLSECOR indica que el trabajo sigue siendo esencial para el desarrollo y calidad de vida de los adultos mayores, ya sea por necesidad financiera o por el deseo de no caer en el aburrimiento de la jubilación.
La realidad de la pensión mínima
Isabel, de 60 años, también se enfrenta a la dura realidad de vivir con una pensión mínima. “Me gusta trabajar y si dependiera solo de mi pensión, no sería suficiente”, afirma. Según investigaciones del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), el poder adquisitivo de quienes reciben pensiones mínimas ha caído un 15.3% desde que Milei asumió el cargo, lo que agrava la situación de muchos jubilados que dependen de trabajos informales para sobrevivir.
La necesidad de una solución integral
El problema radica en que muchos jubilados no tienen opción de elegir si quieren seguir trabajando; lo hacen por necesidad. Esta dualidad entre el desempleo juvenil y la búsqueda de trabajo entre jubilados ilustra una crisis más amplia que necesita atención urgente. La falta de generación de nuevos empleos está afectando tanto a los jóvenes como a los adultos mayores, creando un ciclo de precariedad que debe ser abordado de manera integral.



