Descubriendo la Cortesía Mexicana: Un Viaje Cultural

Una Lección de Cortesía en Guanajuato

Hace aproximadamente un año, mi hermana nos visitó en nuestra nueva casa en Guanajuato. Durante un paseo por la calle, decidió preguntarle a un desconocido sobre la panadería más cercana, sin comenzar con un saludo como «buenos días». Desde mi perspectiva mexicana adquirida, me sentí incómoda al notar lo ruda que sonaba su pregunta. Sin embargo, un año antes, yo también hablaba de esa manera, antes de entender las sutilezas de la etiqueta mexicana.

La Cortesía como Pegamento Social

A pesar de que crecí en una familia del sur de EE.UU., donde la cortesía es muy valorada, mi crianza en un ambiente diferente me llevó a subestimar la importancia de los modales. Una vez que comencé a pasar largas temporadas en México, comprendí que la cortesía es más que un simple gesto; es una forma de cohesión social. En mis 20 años de vida a tiempo parcial en México, he adoptado muchas de estas costumbres.

Transformando mi Estilo de Comunicación

Cuando compramos nuestra casa, no entendía cuán fundamental es la cortesía en México. Mi estilo de comunicación directo me avergonzó al reflexionar sobre él. Afortunadamente, he suavizado mi enfoque. Por ejemplo, al entrar en una tienda, ahora siempre digo «buenos días» o «buenas tardes». Asimismo, al subirme a un autobús, saludo al conductor y a mis compañeros pasajeros. Este tipo de interacciones me han enseñado a disfrutar de las amabilidades que caracterizan a los mexicanos.

Expresiones de Cortesía que He Adoptado

Cuando salgo de un restaurante, me aseguro de desear «buen provecho» a otros comensales. Y al finalizar una conversación, utilizo la expresión «¡Bonito día!», que he aprendido a apreciar. Un día, al pasar junto a un vecino, me atreví a decir «Hola», solo para darme cuenta de que rara vez escucho a los mexicanos usar esa palabra. Mi maestro de español me explicó que lo correcto es usar «buenos días», «buenas tardes» o «buenas noches» en cualquier momento del día.

La Importancia de los Saludos en la Comunicación Digital

Incluso en WhatsApp, los mexicanos suelen comenzar sus mensajes con un saludo, a diferencia de los textos breves comunes en EE.UU. Mi maestra de español siempre inicia sus mensajes con «buenos días». Aunque a veces olvido esta costumbre, he aprendido a apreciarla. Recientemente, al enviar un mensaje a mi vecino, simplemente escribí su nombre, y su respuesta, «buenas tardes, Louisa», me recordó mi error.

Aprendiendo la Cortesía en Situaciones Cotidianas

Antes de comprar nuestra casa, visitamos Guanajuato varias veces. En una ocasión, alquilamos una habitación a Rebeca, quien ahora es nuestra vecina. Durante estas visitas, aprendí que expresar «con permiso» al irse es una forma educada de pedir permiso para salir o para pasar junto a alguien. También, al agradecer, he incorporado «muy amable» para añadir un toque de calidez a un simple «gracias».

Cortesía en el Transporte Público

Me sorprende escuchar «gracias» en situaciones donde no lo esperaba, como cuando los pasajeros agradecen al conductor al bajarse del autobús. Esta atención a los detalles es una muestra de la cortesía que permea la cultura mexicana. Para mantener la armonía, muchos evitan expresar desacuerdos de forma directa, prefiriendo frases más diplomáticas como «lo pensaré».

El Valor de los Títulos y el Respeto en la Comunicación

Mis padres me enseñaron a usar «señor» y «señora» al hablar con personas mayores. En México, los títulos son una señal de respeto. Durante una visita de mi padre, quien tiene 90 años, noté que Rebeca, de 75, se dirigió a él como «usted». Para mí, ambos eran mayores, pero esta diferenciación muestra la importancia que se le da a los títulos en la cultura mexicana.

Desafíos Culturales en la Expresión

Aún tengo dificultades para usar la palabra «joven» para dirigirme a un camarero, ya que en mi niñez fue un término despectivo. Prefiero disculparme o pedir permiso de otra manera. En México, he aprendido que la cortesía es un lubricante social que suaviza las interacciones. Con el tiempo, las formas inesperadas en que los mexicanos expresan respeto y amabilidad continúan sorprendiéndome y deleitándome.