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La joya escondida de Sudamérica
Cuando se habla de fiordos, la mente suele volar hacia Noruega o Islandia, pero Sudamérica guarda un secreto impresionante: los fiordos chilenos. Situados en la Patagonia, estos paisajes de ensueño son un verdadero tesoro natural que espera ser descubierto.
A solo un corto viaje desde Argentina, la Carretera Austral se despliega como una invitación a la aventura, ofreciendo vistas que parecen sacadas de un cuento de hadas.
Carretera Austral: un recorrido épico
La Carretera Austral, que se extiende por más de 1.200 kilómetros, conecta Puerto Montt con Villa O’Higgins, atravesando bosques densos, ríos cristalinos y montañas majestuosas.
Este trayecto no solo es un viaje por carretera, sino una experiencia que despierta todos los sentidos. Desde el bullicio urbano de Puerto Montt, la ruta se adentra en un mundo donde la naturaleza reina, revelando paisajes que quitan el aliento.
Parque Pumalín: un santuario de biodiversidad
Uno de los primeros destinos que se encuentran en la ruta es el Parque Pumalín, un lugar donde la biodiversidad florece. Aquí, los alerces milenarios y las cascadas crean un ambiente mágico.
Los amantes del trekking encontrarán senderos que los llevarán a rincones inexplorados, mientras que los aventureros pueden disfrutar de actividades como canyoning. Este parque es un recordatorio de la belleza pura de la naturaleza chilena.
Puyuhuapi: relax y aventura en armonía
El pequeño pueblo de Puyuhuapi es famoso por sus aguas termales y su arquitectura de influencia alemana. Este destino es perfecto para quienes buscan un equilibrio entre descanso y aventura. Imagina sumergirte en aguas termales con vistas a los fiordos, o explorar los bosques a caballo. Puyuhuapi es un oasis donde cada visitante puede encontrar su propio ritmo.
Queulat y el Ventisquero Colgante
El Parque Nacional Queulat es otro de los puntos destacados de la Carretera Austral. Su Ventisquero Colgante, un glaciar suspendido entre montañas, es un espectáculo natural que no se puede perder. Las lagunas y saltos de agua que lo rodean son ideales para practicar kayak o simplemente disfrutar de la serenidad de la Patagonia.
Futaleufú: el paraíso del rafting
Para los amantes de la adrenalina, el río Futaleufú es un destino imperdible. Considerado uno de los mejores ríos del mundo para rafting, sus aguas turquesas y rápidos emocionantes atraen a aventureros de todo el mundo. Pero no todo es acción; la Reserva Nacional Futaleufú ofrece senderos tranquilos rodeados de naturaleza, perfectos para quienes buscan un respiro.
Caleta Tortel: un pueblo pintoresco
Caleta Tortel, conocido por sus pasarelas de madera, es un lugar que parece detenido en el tiempo. Este pueblo, declarado Zona Típica, permite a los visitantes explorar sus calles únicas mientras disfrutan de vistas impresionantes de los fiordos. La arquitectura singular y la calidez de sus habitantes hacen de este destino una parada obligatoria en la ruta.
Villa O’Higgins: el final de la aventura
El viaje culmina en Villa O’Higgins, un rincón remoto donde la naturaleza sigue siendo la protagonista. Aquí, las oportunidades para la pesca, el montañismo y las travesías a glaciares son infinitas. Este lugar es un refugio de paz, ideal para quienes buscan desconectar del mundo y sumergirse en la belleza indómita de la Patagonia.
