Descubre los detalles íntimos de la vida de Frida Kahlo en el Museo Casa Roja

En el corazón de la Ciudad de México, ha surgido una nueva joya cultural que ofrece una visión más personal de la vida de la icónica artista Frida Kahlo. La Casa Roja se ha transformado recientemente de ser una residencia familiar a un vibrante museo que presenta una narrativa más íntima de Kahlo, en contraste con la famosa Casa Azul.

Ubicado a pocos pasos de su célebre casa azul en el encantador barrio de Coyoacán, este museo fue en su momento el hogar de los padres de Kahlo y, más tarde, de su hermana Cristina. Durante décadas, la propiedad permaneció en manos de sus descendientes, quienes preservaron meticulosamente diversos objetos familiares antes de abrir sus puertas al público.

Revelando el legado de la familia Kahlo

El objetivo principal de la Casa Roja es expandir la percepción de Frida Kahlo más allá de su celebrada obra y el mito que la rodea. Al ofrecer una visión de sus relaciones familiares, el museo busca presentar una comprensión más matizada de su vida. Según María Romero Kahlo, sobrina nieta de Frida, la decisión de pintar la casa de rojo fue intencionada, simbolizando “el corazón de la familia Kahlo”.

Una perspectiva familiar

Los visitantes del museo pueden esperar encontrar una serie de cartas personales intercambiadas entre Frida y sus seres queridos, especialmente su hermana Cristina, quien fue una figura significativa en su vida. Descrita por Frida como “la otra mitad de su corazón”, la influencia de Cristina es palpable en toda la colección. Esta correspondencia destaca no solo su vínculo cercano, sino que también ofrece una ventana a la vida emocional de Frida.

Inicios artísticos e influencia familiar

Otro aspecto cautivador de la Casa Roja es el homenaje que rinde al padre de Frida, Guillermo Kahlo, un talentoso fotógrafo que desempeñó un papel crucial en su trayectoria artística. El museo muestra su llegada a México desde Alemania y profundiza en su vida personal, incluyendo detalles de su primer matrimonio y la crianza de sus hijas. Los visitantes obtienen perspectivas sobre cómo la visión artística de Guillermo influyó en el desarrollo de Frida como artista.

Tesoros de la infancia y evolución artística

El museo presenta una colección de pertenencias personales que una vez fueron de Frida, incluyendo exquisitas joyas, coloridos vestidos bordados, sus amadas brochas y hasta un microscopio de su infancia utilizado para examinar insectos. Estos artefactos ofrecen un vistazo a sus años formativos y revelan las primeras chispas de su creatividad. Por ejemplo, se puede apreciar un pequeño bordado que creó a la tierna edad de cinco años, junto con dibujos inspirados en paisajes lejanos.

Además, la Casa Roja alberga lo que se cree que son los únicos murales pintados por Kahlo, enfatizando aún más su evolución artística desde la infancia hasta la adultez. Cada pieza cuenta una historia, invitando a los visitantes a conectar con la joven artista que eventualmente se convertiría en un ícono cultural.

María Romero Kahlo enfatiza que el museo busca desvelar “la verdadera Frida”, retratándola como una persona multifacética que experimentó alegría, tristeza y las complejidades de la vida familiar. Las paredes de la Casa Roja resuenan con risas, lágrimas y secretos compartidos, convirtiéndola en una experiencia profunda para quienes deseen entender a la mujer detrás de la legendaria figura.

Abierto de miércoles a lunes, de 9 a.m. a 7 p.m., la Casa Roja invita a entusiastas del arte y visitantes curiosos a sumergirse en la vida y legado de Frida Kahlo. Este museo no es solo una celebración de su arte; es un homenaje sentido a sus lazos familiares y su historia personal.