En mis veintes, convertí el recorrido por las playas de Puerto Vallarta en mi trabajo a tiempo completo. No hay rincón de Playa Los Muertos, Playa Camarones o Playa Gaviotas que no haya explorado. Estas son las playas más emblemáticas, las que vienen a la mente de todos cuando piensan en Puerto Vallarta. Tienen clubes de playa, motos de agua, resorts y son el corazón de la escena costera vallartense.
La búsqueda de tranquilidad
Aunque he pasado muchas tardes soleadas disfrutando de algo frío en El Solar o extendiendo mi toalla frente a Mantamar, debo ser honesto: a veces se desea una playa que no venga con todas las comodidades. Aquí es donde entran las playas “secretas” de Bahía de Banderas.
Dispersas a lo largo de la curva sur de la bahía, escondidas entre la jungla, las rocas y la arena dorada, estos rincones son donde encuentro un poco de paz, belleza abrumadora y, tal vez, un par de brochetas de camarón a la parrilla. No son difíciles de alcanzar, pero requieren el esfuerzo justo para mantener a las multitudes alejadas.
Senderos hacia la aventura
Una de las mejores caminatas de Puerto Vallarta es la que va desde Boca de Tomatlán hasta Playa Las Ánimas. Playa Colomitos es el descanso playero que anhelas a mitad de camino. A solo cuarenta minutos de la caminata, el sendero se abre a un pequeño rincón de arena dorada, respaldado por un denso bosque y una hermosa franja de agua turquesa que acaricia la orilla. Es una de las playas más pequeñas y encantadoras de Jalisco. No esperes vendedores ni instalaciones. Lleva todo lo que necesites y deja solo huellas.
O, si prefieres, toma el panga de cinco minutos desde Boca. Sin juicios, he hecho ambas cosas.
Las joyas escondidas del sur
Justo alrededor de la esquina de Las Ánimas, se encuentra Playa El Caballo, una franja de arena que antes estaba desierta y que ahora alberga el Ánima Beach Club. Imagina camas bohemias, cócteles caros y esa estética de Tulum con bambú y beige. Pero no te preocupes, a pesar de las nuevas comodidades, la playa aún se siente fuera del radar.
Puedes llegar aquí como parte del sendero costero de Boca a Las Ánimas o desembarcar en barco en Las Ánimas y caminar. Si deseas una experiencia VIP, puedes reservar un charter privado hacia el club de playa.
Playa Yelapa y sus encantos
Al sur de Mismaloya, esta pequeña franja de arena dorada y agua verde jade permanece bajo el radar, en parte porque es un poco difícil de acceder. Necesitarás manejar o tomar un autobús hacia el sur y salir cerca de Condominios Playa Gemelas. Desde allí, es una corta caminata por un sendero rocoso que sigue un arroyo poco profundo; cuidado durante la temporada de lluvias. ¿Qué te espera al final? Una playa tranquila y sombreadas, rodeada de jungla y rocas, sin club de playa ni vendedores a la vista. Lleva tus propios bocadillos y una sombrilla. La estatua de pelícano en el rompeolas significa que has encontrado el lugar.
Quimixto, un destino tranquilo
Accesible solo por barco, Yelapa es un pueblo pesquero resguardado entre picos cubiertos de selva y el Pacífico, a unos 45 minutos al sur de Puerto Vallarta en taxi acuático. La playa aquí es una amplia media luna dorada rodeada de restaurantes con techos de palapa que sirven pescado a la parrilla y micheladas. El agua es calma y apta para nadar, y hay una corta caminata que lleva a una cascada de 150 pies.
A unos 20 minutos al sur de Boca por barco, Quimixto es una playa tranquila de arena ámbar, salpicada de palmeras y botes de pesca. Este pueblo, en la curva sur de Bahía de Banderas, se encuentra a un viaje en taxi acuático de 20 minutos desde Boca de Tomatlán. Al llegar, Quimixto te recibe con arena dorada, surf suave y un ambiente relajado. Aquí no hay coches, solo caminos de piedra y calles de arena. La playa es perfecta para nadar y hacer snorkel, y si tienes suerte, podrías atrapar una ola durante las temporadas de otoño y primavera.
Playa Palmares y su accesibilidad
Si tienes poco tiempo pero aún quieres una experiencia playera local, Playa Palmares es para ti. A solo 10 minutos al sur de Puerto Vallarta en coche o autobús, esta playa se esconde a plena vista. Está justo al lado de la carretera, con un pequeño estacionamiento y acceso público. Solo busca el restaurante Canto Palmares. A pesar de su proximidad, Palmares rara vez se llena de gente. Es larga, estrecha y perfecta para nadar. Los locales llevan sombrillas y neveras de picnic, así que sigue su ejemplo. Lleva tu propia sombra y disfruta de un día tranquilo que se siente a kilómetros de la ciudad, aunque en realidad estés prácticamente en ella.
Las Gemelas, dos playas en una
Justo al sur de Palmares, Playa Las Gemelas es impresionante. Un lado es más fácil de alcanzar, a través de escaleras públicas empinadas junto a Condominios Girasol Sur, mientras que el otro requiere escalar algunas rocas. Ambas playas ofrecen suave arena blanca, agua turquesa clara y sorprendentemente pocas personas, especialmente durante la semana. El agua aquí es tranquila, cálida y poco profunda. No hay sombra, así que lleva una sombrilla. Y si llegas al lado más remoto, ¡felicidades! Has reclamado un pedazo de paraíso que pocos están dispuestos a ganar.
Majahuitas, un destino versátil
Por último, pero no menos importante, está Majahuitas, una cala de playa aislada con una dualidad interesante. Durante la semana, es un lugar tranquilo para hacer snorkel, paddleboarding y disfrutar de algunas hamacas. Pero llega el fin de semana y el Majahuitas Beach Club sube el volumen. Piensa en sets de DJ, baile descalzo y cócteles fríos bajo el dosel de la selva. Toma un panga desde Boca o reserva una excursión de un día desde el puerto de cruceros de Puerto Vallarta. El viaje solo vale la pena. Rodeado de la selva de Sierra Madre, cuevas submarinas y arrecifes de coral negro, Majahuitas es una experiencia de “elige tu propia aventura”.