En marzo de 2025, un potente terremoto de magnitud 7.7 sacudió Myanmar, resultando en la muerte de más de 3,800 personas. Este evento se ha convertido en uno de los desastres naturales más trágicos en la historia del país. La devastación generada no solo dejó huellas físicas, sino que también planteó interrogantes sobre las causas que explican su extraordinario impacto.
Un equipo de investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) llevó a cabo un análisis detallado que reveló la existencia de una ruptura supersónica a lo largo de la falla de Sagaing. Este fenómeno poco común amplificó la devastación en la región. La ruptura se extendió por 530 kilómetros, con una sección que se desplazó a una velocidad superior a la de las ondas sísmicas, generando efectos devastadores a gran distancia del epicentro.
El fenómeno de la ruptura supersónica
La ruptura supersónica se define como un evento en el que el desplazamiento en una falla supera la velocidad de las ondas sísmicas. Este fenómeno es similar a romper la barrera del sonido, pero en el contexto de la roca. Según los expertos, este tipo de ruptura puede producir frentes de choque sísmico que duplican la intensidad del temblor, afectando áreas considerablemente alejadas del punto de origen.
Características de la falla de Sagaing
La ruptura en la falla de Sagaing fue particularmente intensa, alcanzando velocidades de hasta 5 kilómetros por segundo. Los factores geológicos que contribuyeron a esta aceleración incluyen la geometría recta y uniforme de la falla, así como la acumulación de tensión desde el último gran terremoto registrado en 1839. Estas condiciones facilitaron que la ruptura mantuviera velocidades supersónicas durante su trayecto, provocando daños que superaron las expectativas iniciales.
Impacto en la infraestructura y la población
La devastación en Myanmar fue alarmante. Edificios se derrumbaron y las infraestructuras críticas, como hospitales, carreteras, puentes y sistemas de agua y electricidad, sufrieron daños severos. Este desastre natural se agravó por la situación precaria del país, donde más de un tercio de la población ya necesitaba asistencia humanitaria urgente antes del sismo.
La ONU advirtió que la crisis humanitaria se intensificó, afectando especialmente a mujeres y niñas, que enfrentan riesgos aún mayores en medio de la devastación. Las condiciones de vida se deterioraron rápidamente, complicando el acceso a servicios básicos y aumentando las necesidades de atención médica y apoyo social.
Uso de tecnología satelital para evaluar daños
Debido a las restricciones impuestas por el conflicto civil en Myanmar, los científicos recurrieron a tecnología satelital para evaluar los daños. Utilizando técnicas como el radar InSAR y imágenes ópticas, los investigadores pudieron reconstruir la secuencia de la ruptura con un nivel de detalle sin precedentes, a pesar de las limitaciones en la investigación de campo.
Lecciones para el futuro
El estudio sobre la ruptura supersónica en la falla de Sagaing no solo ofrece una visión sobre este evento específico, sino que también plantea preocupaciones sobre la evaluación de riesgos sísmicos en otras regiones del mundo. Los científicos enfatizan la importancia de comprender las condiciones que permiten que estos fenómenos ocurran, lo cual es crucial para mejorar las estrategias de gestión de riesgos en áreas con características geológicas similares, como algunas partes de Asia y California.
Esta tragedia sirve como un recordatorio de que incluso las fallas geológicas bien estudiadas pueden presentar comportamientos inesperados. La comunidad científica y las autoridades deben mantenerse alertas y actualizar sus evaluaciones de riesgo ante la posibilidad de fenómenos sísmicos poco comunes pero devastadores.



