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Un fin de semana trágico en el sur de Estados Unidos
El pasado fin de semana, Estados Unidos fue testigo de una serie de tornados y tormentas que dejaron un saldo trágico de al menos 34 muertes en varios estados del sur y del centro del país.
Missouri fue uno de los estados más afectados, con 12 muertes reportadas en cinco condados. Las autoridades locales informaron que más de 500 casas, una iglesia y un supermercado fueron devastados, lo que ha llevado al gobernador Mike Kehoe a declarar el estado de emergencia.
La devastación en Missouri y otros estados
Robbie Myers, director de gestión de emergencias del condado de Butler, describió la situación como catastrófica. Las imágenes compartidas en redes sociales muestran la magnitud de la destrucción: casas completamente destruidas, árboles arrancados de raíz y vehículos volcados por la fuerza de los vientos.
En el estado de Mississippi, el gobernador Tate Reeves reportó seis muertes, mientras que en Arkansas se registraron al menos tres. En total, más de 29 personas resultaron heridas en estos estados, y 21 condados sufrieron daños significativos.
El contexto de la crisis climática
Estos eventos climáticos extremos son un recordatorio alarmante de la crisis climática que enfrenta el planeta. En enero, incendios devastadores en California arrasaron un área casi del tamaño del estado de Washington, causando la muerte de 28 personas y destruyendo cerca de 16,000 estructuras.
Sin embargo, a pesar de la creciente evidencia de la crisis climática, el presidente Donald Trump ha tomado medidas para reducir el personal de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, lo que ha generado preocupación entre científicos y meteorólogos. Las recientes reducciones de personal, que podrían alcanzar hasta un 20%, han llevado a la suspensión de actividades cruciales, como el lanzamiento de globos meteorológicos, afectando la capacidad de respuesta ante futuros desastres.