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La desaparición de un niño que conmueve a Argentina
La desaparición de Lian Gael Flores Soraire, un niño de apenas 3 años, ha generado una ola de preocupación y angustia en la localidad de Ballesteros Sud, Córdoba.
Desde el 22 de febrero, cuando fue visto por última vez jugando cerca de un tractor, su familia y la comunidad han estado en una constante búsqueda, pero hasta ahora no han encontrado pistas que lleven a su paradero. La situación se ha vuelto cada vez más desesperante, y la frase del abogado de la familia, «Hay gente que no dice todo», ha levantado sospechas sobre la posible reticencia de algunos testigos.
Investigaciones y allanamientos sin resultados
A pesar de los esfuerzos de las autoridades, que han realizado 16 allanamientos en la zona, la búsqueda de Lian parece estancada. Darío Baggini, abogado de la familia, ha expresado su frustración al afirmar que no hay una hipótesis firme sobre dónde podría estar el niño.
La falta de información concreta ha llevado a los investigadores a interrogar a más de 30 personas, pero los resultados han sido decepcionantes. La comunidad, que cuenta con solo 800 habitantes, se encuentra en un estado de shock y espera respuestas que aún no llegan.
La comunidad se une en la búsqueda
La búsqueda de Lian no se ha detenido, incluso durante la noche, con el uso de drones térmicos y un esfuerzo coordinado entre las fuerzas de seguridad. Sin embargo, los familiares del niño han señalado que la velocidad de los operativos no es la que ellos esperaban.
La angustia de los padres, especialmente de Elías Flores, se hace palpable en cada declaración. La comunidad boliviana, a la que pertenece la familia, también ha mostrado su apoyo, pero la incertidumbre persiste. La figura de una curandera que estuvo en la zona ha añadido un nuevo elemento de misterio a la investigación, aunque las autoridades no han confirmado su implicación.
La lucha por respuestas continúa
Con cada día que pasa, la angustia crece entre los familiares y amigos de Lian. La búsqueda ha sido intensa, pero la falta de resultados concretos ha llevado a la familia a cuestionar la eficacia de las investigaciones. La comunidad se mantiene unida, esperando que la verdad salga a la luz y que Lian regrese a casa. La desaparición de este pequeño no solo es un caso más; es un recordatorio de la fragilidad de la vida y la importancia de la solidaridad en tiempos de crisis. La lucha por respuestas continúa, y la esperanza de encontrar a Lian sigue viva en los corazones de todos.
