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La situación fiscal actual de Brasil
En el contexto actual, Brasil enfrenta una serie de desafíos económicos que ponen en jaque su estabilidad fiscal. La ministra de Planeamiento, Simone Tebet, ha señalado que el próximo presidente no podrá gobernar bajo el actual marco fiscal sin incurrir en inflación y un aumento significativo de la deuda pública.
Este diagnóstico resalta la urgencia de revisar las reglas de gasto público antes de que se agote el tiempo, especialmente en el periodo crítico entre la elección y la toma de posesión del nuevo mandatario en 2026.
El impacto de la inflación y la deuda pública
La inflación, especialmente en productos de primera necesidad, está afectando gravemente el poder adquisitivo de las familias brasileñas. Este fenómeno no solo erosiona el bienestar de la población, sino que también genera desconfianza en la gestión fiscal del gobierno. La alta tasa de interés, resultado de esta desconfianza, encarece el crédito y agrava la situación de la deuda pública.
La combinación de estos factores sugiere que la actividad económica podría crecer a un ritmo más lento, lo que podría traducirse en una disminución de las oportunidades laborales.
La necesidad de un cambio en la política fiscal
La crítica de la ministra hacia el Congreso Nacional, que no ha actuado como un aliado en la búsqueda de soluciones fiscales, pone de relieve la complejidad del panorama político brasileño.
Sin embargo, es crucial que el liderazgo en el Palacio del Planalto asuma un papel proactivo en la gestión de las cuentas públicas. La falta de ajustes significativos en el presupuesto federal podría tener consecuencias devastadoras para la economía antes de 2027.
Si el gobierno no modifica su enfoque, se arriesga a limitar su mandato a una mera contención de daños, lo que podría resultar insostenible a largo plazo.