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La lucha por la equidad en el tercer sector
En Brasil, las mujeres que lideran organizaciones no gubernamentales (ONGs) enfrentan un conjunto de desafíos que van más allá de la gestión de sus proyectos. A menudo, deben lidiar con la percepción de que su trabajo es menos valioso que el de sus colegas masculinos.
Este estigma se manifiesta en la dificultad para acceder a financiamiento, donde las mujeres reciben menos recursos que los hombres en posiciones similares. Según el Instituto de Pesquisa Econômica Aplicada (Ipea), aunque el 65% de los empleados en organizaciones de la sociedad civil son mujeres, su representación en altos cargos de gestión es solo del 43%.
Esto pone de manifiesto una clara desigualdad que necesita ser abordada.
Estereotipos y la presión del éxito
Las fundadoras de ONGs como Suzana Padua, Ana Fontes y Carolina Videira han compartido sus experiencias sobre cómo los estereotipos de género afectan su trabajo.
Padua, quien fundó el Instituto de Pesquisas Ecológicas (IPÊ), menciona que tuvo que demostrar su capacidad profesional en un entorno que a menudo subestima a las mujeres. A pesar de tener un máster de la Universidad de Florida, sentía que necesitaba más credibilidad para ser escuchada.
Por otro lado, Fontes critica el estereotipo de la ‘mujer guerrera’, argumentando que este modelo crea una presión adicional sobre las mujeres para que sean perfectas en todos los aspectos de su vida.
La importancia de la representación y el apoyo
La falta de apoyo y recursos es un obstáculo significativo para muchas iniciativas lideradas por mujeres. Alcione Albanesi, fundadora de Amigos do Bem, destaca que muchas mujeres trabajan silenciosamente en proyectos de impacto, pero a menudo carecen de los recursos necesarios para expandir sus esfuerzos. Albanesi, quien ha dedicado su vida a ayudar a comunidades en el sertão nordestino, ha tenido que equilibrar su trabajo con su vida familiar, lo que demuestra que es posible tener un impacto significativo sin sacrificar la vida personal. Para avanzar hacia una mayor equidad de género, es crucial que se implementen políticas públicas que promuevan el acceso a financiamiento y la representación femenina en la toma de decisiones.