Críticas a la elección del nuevo papa Robert Prevost

La reciente elección de Robert Francis Prevost como nuevo papa ha desatado un torrente de preocupaciones y críticas, especialmente por parte de la Red de Sobrevivientes de Abusos por Padres (Snap). Esta organización ha expresado su alarma ante el historial del nuevo líder de la Iglesia Católica respecto a su manejo de casos de abuso sexual. La elección, que tuvo lugar el 8 de marzo, ha puesto en el centro del debate la responsabilidad y la respuesta de la Iglesia frente a la crisis de abusos que ha sacudido a la institución durante décadas.

El perfil del nuevo papa y sus controversias

Robert Prevost, un clérigo estadounidense de 69 años, ha sido objeto de críticas desde su nombramiento. Se le señala por haber acogido a un sacerdote acusado de delitos sexuales contra menores en Estados Unidos y por no haber tomado medidas adecuadas ante las denuncias que recibió durante su tiempo en Perú. Según Snap, Prevost permitió que el padre James Ray residiera en un convento de Chicago a pesar de las restricciones que pesaban sobre él desde 1991. Esta decisión ha sido vista como un grave error de juicio, considerando el contexto de la crisis de abusos en la Iglesia.

Durante su tiempo como obispo en Chiclayo, Perú, se reporta que Prevost no actuó adecuadamente ante tres denuncias de víctimas que acudieron a las autoridades civiles en 2022, tras no ver avances en las investigaciones canónicas. Las víctimas alegaron que Prevost no abrió una investigación adecuada y que permitió que el sacerdote continuara ejerciendo su ministerio, lo que ha levantado serias dudas sobre su compromiso con la protección de los vulnerables dentro de la Iglesia.

La respuesta de la Iglesia y las organizaciones de víctimas

A pesar de las críticas, tanto la Orden de Santo Agostino como la diócesis de Chiclayo han defendido a Prevost. La orden aseguró que el padre Ray fue monitoreado adecuadamente, mientras que la diócesis afirmó que se alentó a las víctimas a presentar denuncias ante las autoridades. Sin embargo, estas defensas han hecho poco para calmar las preocupaciones de Snap, que ha estado abogando por cambios dentro de la Iglesia para garantizar la protección de las víctimas y la rendición de cuentas de los clérigos.

Fundada en 1988, Snap ha sido una voz activa en la denuncia de abusos dentro de la Iglesia y ha instado a reformas que prioricen la seguridad de los feligreses. En los días previos al cónclave que eligió a Prevost, la organización movilizó a sus miembros para que contactaran a los cardenales votantes, expresando su preocupación sobre las calificaciones de Prevost para liderar la Iglesia en un momento tan crítico.

Las implicaciones de la elección para la comunidad católica

La elección de Prevost no solo afecta a la comunidad católica en Estados Unidos, sino que tiene repercusiones a nivel global. Muchos católicos se cuestionan si el nuevo papa será capaz de enfrentar la crisis de abusos que ha afectado a la Iglesia y si tomará medidas efectivas para restaurar la confianza de los fieles. La Snap ha manifestado su descontento, indicando que muchos de los cardenales que participaron en la elección han protegido activamente a abusadores, lo que sugiere que la cultura de encubrimiento puede persistir bajo su liderazgo.

Con el nuevo papa en el cargo, la comunidad católica observa con atención su próximo movimiento. Las expectativas son altas, y muchos se preguntan si Prevost tendrá la voluntad y los recursos necesarios para abordar de manera efectiva los problemas que han plagado a la Iglesia. Las declaraciones de Snap dejan claro que la presión está sobre él para que actúe de manera decisiva y transparente en este delicado asunto.