La situación de Cristina Fernández de Kirchner es tensa. Tras su condena y el inminente riesgo de arresto, el gobierno de la Casa Rosada promete un proceso «respetuoso». La intención es clara: evitar el espectáculo que rodeó la captura de otros políticos. La imagen de Amado Boudou, esposado y en pijama durante su arresto en 2017, es un recuerdo que nadie quiere repetir.
Un protocolo diferente
«No habrá una foto humillante», asegura una fuente del gobierno a la agencia Noticias Argentinas. La referencia es directa a lo que ocurrió en el pasado con el macrismo. En este momento, la tensión es palpable en los pasillos de Balcarce 50. Los funcionarios están caminando sobre cáscaras de huevo, insistiendo en que este es un asunto estrictamente legal y no político.
Los próximos pasos legales
La Corte Federal Oral No. 2, bajo la dirección del juez Jorge Gorini, aún debe decidir dónde se presentará la ex presidenta. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ha indicado que su cartera está involucrada en negociaciones. Mientras tanto, el juez Gorini ha establecido que Fernández de Kirchner tiene cinco días hábiles para comparecer ante los tribunales de Comodoro Py. Si su solicitud de detención domiciliaria es rechazada, podría enfrentar el encarcelamiento en una institución federal.
Defensa y estrategias legales
Los abogados de la ex presidenta, Carlos Alberto Beraldi y Ary Rubén Llernovoy, han solicitado que se le permita cumplir su condena de seis años en su hogar en Calle San José, en lugar de en una celda policial. Argumentan que sólo en su casa se pueden garantizar las condiciones necesarias de aislamiento y vigilancia permanente. Además, piden que no se le imponga un grillete electrónico, ya que aseguraron que contará con seguridad las 24 horas.
Controversias en el aire
El abogado defensor Gregorio Dalbón sostiene que el Ministerio de Seguridad no tiene poder en esta decisión, que corresponde únicamente al Tribunal Oral Federal No. 2. «El Ministerio de Seguridad no tiene autoridad en el asunto. Lo están reclamando porque es otro truco de Bullrich», afirma. La captura de un ex presidente, especialmente uno que ha sobrevivido a un intento de asesinato, altera todos los protocolos establecidos. Dalbón argumenta que debe concederse la detención domiciliaria en su residencia.
Un futuro incierto
La situación es crítica y el desenlace es incierto. ¿Cómo afectará esto al escenario político argentino? La respuesta a esta pregunta queda en el aire, mientras el país observa con atención los siguientes movimientos de Fernández de Kirchner y su equipo legal. Los ojos están puestos en la corte, y cada día puede traer un nuevo giro en este drama político.
