La tensión política en Argentina alcanza nuevos niveles. Cristina Fernández de Kirchner, ex presidenta y figura clave del peronismo, se pronunció con firmeza el lunes por la noche desde la sede del Partido Justicialista. Su mensaje fue claro: «Puedo terminar en prisión, pero la gente estará peor cada día». Con esto, advirtió que su posible encarcelamiento no resolverá los problemas económicos y sociales que enfrenta el país.
Un llamado a reconsiderar las estrategias gubernamentales
En un tono urgente, Fernández de Kirchner instó al gobierno de Javier Milei a «considerar una salida diferente». Aseguró que «el arresto de una persona no cambiará un modelo económico que ya ha fallado». Con una retórica poderosa, dirigió sus palabras a sus seguidores, recordando la importancia de la unidad y la resistencia frente a la adversidad.
La dignidad en la prisión
«Si ciertos personajes quedan libres, entonces ir a prisión es un símbolo de dignidad». Con esta frase, Fernández de Kirchner hizo referencia de manera velada a Fabián Rodríguez Simón, un ex funcionario del gobierno de Mauricio Macri. Se defendió, argumentando que «ser encarcelada es un acto de dignidad política» en el contexto de una persecución que considera injusta.
Critica a la derechización y el exilio de opositores
La ex presidenta no se contuvo al criticar a aquellos que, bajo el gobierno anterior, eligieron huir del país ante problemas legales. «No somos como la derecha al estilo mafia que se va corriendo por tres años», declaró con firmeza. Su recuerdo del atentado fallido en su contra en septiembre de 2022, cuando fue víctima de un ataque, resonó en sus palabras, conectando su situación actual con un contexto de violencia política.
Una ofensiva política en su contra
«La coincidencia no es una categoría política o histórica», afirmó, rechazando la idea de que su procesamiento sea fruto del azar. A su juicio, se trata de un ataque político sistemático destinado a desmantelar el movimiento de base que, según ella, está a punto de resurgir. «El Poder Judicial actúa para bloquear la reorganización política del peronismo», insistió, subrayando la necesidad de mantener la cohesión interna.
Un llamado a la unidad nacional
En un contexto de divisiones crecientes, Fernández de Kirchner hizo un llamado a «dejar de dividir a los argentinos sin sentido». Subrayó que estas divisiones terminan perjudicando a todos, incluso a los anti-peronistas. «Este modelo tiene una fecha de caducidad», advirtió, comparando la actual política económica con las del pasado, haciendo hincapié en que el movimiento peronista seguirá presente a pesar de los intentos de silenciarlo.
La resistencia del peronismo
«Nosotros, los peronistas, estamos aquí, y seguiremos estando aquí», concluyó con determinación. Sus palabras, llenas de convicción, dejan entrever que la lucha por la visibilidad y el reconocimiento del movimiento peronista no ha hecho más que comenzar. En un clima cargado de incertidumbre, la ex presidenta se posiciona como una figura que sigue desafiando el status quo político de Argentina, dejando en el aire preguntas sobre el futuro de su movimiento y del país.
