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La situación actual del sistema eléctrico argentino
Argentina enfrenta una crisis energética que se ha vuelto cada vez más evidente, especialmente tras los recientes apagones que afectaron a miles de usuarios en Buenos Aires y su conurbano.
Estos eventos no solo son un recordatorio de la fragilidad del sistema eléctrico, sino que también subrayan la necesidad urgente de inversiones significativas en infraestructura. La falta de mantenimiento y actualización de las redes eléctricas ha llevado a una situación insostenible, donde la demanda supera la capacidad de suministro.
Inversiones necesarias para la mejora del servicio
Las distribuidoras Edenor y Edesur han anunciado planes de inversión que superan los 2.150 millones de dólares en los próximos cinco años. Sin embargo, estos proyectos dependen de la finalización de la Revisión Quinquenal Tarifaria (RQT) y la normalización de los contratos de concesión, lo que podría demorar aún más la implementación de mejoras.
La fórmula propuesta es clara: aumentar las tarifas a cambio de un servicio más confiable y menos interrupciones. Pero, ¿será suficiente?
Desafíos en la transmisión eléctrica
Uno de los aspectos más críticos de la crisis es la transmisión eléctrica.
La licitación para el sistema de obras «AMBA I», que busca invertir 1.150 millones de dólares, aún no ha sido publicada. Este proyecto es vital para permitir que la región metropolitana importe energía de otras áreas, como los parques eólicos de la Patagonia.
Sin embargo, la falta de claridad en el financiamiento y la gestión de estas obras plantea serias dudas sobre su viabilidad. La situación se complica aún más con la incertidumbre política y económica que rodea al sector energético.
Alternativas y soluciones innovadoras
Ante esta crisis, el gobierno ha explorado diversas alternativas, incluyendo la posibilidad de importar electricidad a través de barcos de la empresa turca Karpowership. Aunque esta opción es más costosa, se presenta como una solución más confiable en comparación con las importaciones interrumpibles de Brasil. Además, se ha lanzado una licitación para el almacenamiento de energía en baterías de litio, que podría ayudar a cubrir picos de demanda en el corto plazo. Sin embargo, estas soluciones requieren una implementación rápida y efectiva para evitar que los próximos veranos sean críticos.