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Un escándalo que sacude la política argentina
La reciente sesión en la Cámara de Diputados ha dejado a La Libertad Avanza en una situación crítica. Tras un intercambio de acusaciones y enfrentamientos, la bancada se encuentra dividida, con legisladores que exigen sanciones para aquellos que participaron en la violenta secuencia.
Este episodio no solo ha puesto en jaque la unidad del bloque, sino que también ha revelado las tensiones latentes entre sus miembros.
Reuniones informales y falta de reconciliación
A pesar de que no se llevó a cabo una reunión formal tras el escándalo, se realizó un encuentro informal entre algunos legisladores, liderados por Gabriel Bornoroni.
Durante este encuentro, se hizo hincapié en la necesidad de priorizar el proyecto de Javier Milei por encima de las rivalidades personales. Sin embargo, las reconciliaciones parecen lejanas, ya que las disputas entre figuras como Marcela Pagano y Lilia Lemoine continúan intensificándose en las redes sociales.
Acusaciones y defensas en el aire
Las tensiones han escalado a tal punto que algunos legisladores han expresado su indignación por la falta de sanciones hacia Bonacci y Pagano, a quienes acusan de colaborar con el kirchnerismo. Pagano, en particular, ha lanzado duras críticas hacia Martín Menem, sugiriendo que hay intereses ocultos detrás de su oposición a su liderazgo en la comisión de Juicio Político.
La situación se complica aún más con la intervención de Oscar Zago, quien ha pedido disculpas por su reacción durante el incidente, pero también ha señalado que algunos diputados de La Libertad Avanza buscan destituir a Milei.
La presión de la oposición y el futuro del bloque
La presión sobre La Libertad Avanza no proviene solo de sus propios miembros, sino también de la oposición. Maximiliano Ferraro, de la Coalición Cívica, ha exigido una investigación sobre el legislador Lisandro Almirón por posible coacción, mientras que otros piden sanciones para Zago por su comportamiento violento. En este contexto, el bloque se enfrenta a un dilema: mantener la cohesión interna o ceder ante las demandas externas. La próxima semana será crucial, ya que Zago deberá firmar en la Bicameral de Trámite Legislativo, donde se discutirá un DNU del FMI, lo que podría definir el futuro de su alianza con el oficialismo.