Crisis en el fútbol argentino: los desafíos de los cinco grandes clubes

Este año ha sido un capítulo desafiante para los cinco grandes clubes de fútbol de Argentina, conocidos como los Cinco Grandes. Entre ellos, tres equipos están particularmente sumidos en dificultades, mientras que los otros dos han navegado su propio conjunto de retos.

A pesar de algunos tropiezos, equipos como River Plate y Racing Club han mantenido un rendimiento admirable, logrando recientemente clasificar a los cuartos de final de la prestigiosa Copa Libertadores. Su próximo enfrentamiento en la Copa Argentina pone de manifiesto las altas aspiraciones de estos clubes, que continúan prosperando mientras otros luchan por mantenerse a flote. Por otro lado, Boca Juniors parece haber superado una crisis, pero San Lorenzo e Independiente enfrentan una realidad muy diferente, que requiere reformas urgentes.

Crisis de liderazgo en San Lorenzo

El reciente partido contra Racing Club terminó en decepción para San Lorenzo, con una derrota 2-0 que marcó un punto bajo en una temporada ya tumultuosa. La actuación fue desalentadora, pero lo que generó el verdadero descontento entre los aficionados fue la presencia del presidente del club, Marcelo Moretti, en el partido. Moretti ha estado envuelto en diversos escándalos a lo largo de 2025, incluyendo acusaciones de aceptar sobornos para facilitar el registro de jóvenes jugadores en la academia.

La situación se agravó cuando se reveló que Moretti había regresado de una suspensión solo para enfrentar acusaciones de falsificación de firmas relacionadas con una lista de invitados para los directores que asistieron al partido contra Racing. Cuando el presidente abandonó el estadio sin dirigirse a los medios, se hizo evidente que su tiempo en el cargo estaba llegando a su fin.

Turmoil en la dirección

En una dramática reunión de la junta que tuvo lugar poco después del partido, la administración de Moretti colapsó efectivamente. Los presentes tuvieron que resguardarse dentro del Nuevo Gasómetro para protegerse de un grupo de aficionados furiosos que exigían rendición de cuentas. En última instancia, 13 de los 20 miembros de la junta renunciaron, lo que llevó a la disolución del liderazgo de Moretti y dejó a San Lorenzo sin ninguna autoridad de gobierno.

Estas medidas desesperadas subrayan la intensa insatisfacción con el mandato de Moretti, que ha dejado al club luchando en múltiples frentes, incluyendo sanciones de la FIFA por deudas impagas. Como expresó el director Pablo García Lago, la situación refleja un profundo descontento: “Es un psicópata… y esta es la peor administración que ha tenido San Lorenzo”. El club será gestionado ahora por una Asamblea Representativa, que tendrá la tarea de navegar esta crisis y programar elecciones en un plazo de tres meses.

Las luchas de Independiente

No muy lejos del tumulto de San Lorenzo, los aficionados de Independiente observan con atención. La junta, liderada por Néstor Grindetti, exalcalde de Lanús, ha cosechado poca popularidad, reflejando el descontento visto en San Lorenzo. El Rojo sufrió una vergonzosa eliminación de la Copa Sudamericana en medio de incidentes violentos a principios de este año, y su desempeño en la Liga Profesional de Fútbol ha sido desastroso, sin victorias en siete partidos.

La derrota ante Banfield el sábado pasado selló el destino del entrenador Julio Vaccari, quien ha sido despedido. Mientras el club busca un reemplazo, Gustavo Quinteros es uno de los principales candidatos, gracias a su exitosa etapa en Vélez. Sin embargo, el enfoque de muchos aficionados sigue centrado en la junta. Las protestas contra Grindetti han estallado tras la reciente derrota, señalando un creciente descontento entre los hinchas que sienten que el cambio es necesario.

Demandas de cambio

Con elecciones programadas para 2026, el descontento entre los aficionados de Independiente es palpable, especialmente a la luz de la reciente agitación en San Lorenzo. Las similitudes entre las situaciones de ambos clubes destacan la urgente necesidad de cambio. Mientras estos dos equipos icónicos enfrentan sus respectivas crisis, hay esperanza de que encuentren estabilidad y regresen a un rendimiento competitivo, beneficiando en última instancia al fútbol argentino en su conjunto.

Es importante reconocer que en pocos lugares los aficionados pueden ejercer tal influencia sobre sus clubes, utilizando protestas y su amplio conocimiento sobre la gobernanza para desafiar liderazgos ineficaces. Aunque el camino por delante sigue siendo incierto para San Lorenzo e Independiente, la resiliencia de sus aficionados sugiere que un futuro más brillante podría estar aún al alcance.