Crisis del Sistema Ferroviario en Buenos Aires: Cómo Afecta el Gobierno de Milei

Desde la llegada del presidente Javier Milei a la Casa Rosada, el sistema ferroviario del Área Metropolitana de Buenos Aires se ha convertido en un símbolo de la incertidumbre institucional y del ajuste fiscal. Con promesas de modernización que contrastan con trenes en mal estado y estaciones deterioradas, la situación es cada vez más alarmante.

En, el gobierno de Milei declaró una emergencia ferroviaria que se extendería por tres años, junto con la promesa de invertir alrededor de 2.200 millones de dólares en mejoras como señalización, frenos automáticos y renovación de vías. Sin embargo, informes del propio Secretariado de Transporte indican que solo se utilizó el 20 por ciento del presupuesto asignado en el último año.

Retos del servicio ferroviario

Durante este mismo periodo, la falta de liderazgo en Trenes Argentinos Operaciones, la empresa estatal que gestiona el sistema urbano, ha generado un vacío que ha frenado decisiones cruciales sobre compras, licitaciones y mantenimiento. Como consecuencia, el servicio se ha visto gravemente afectado, con trenes operando a una velocidad de apenas 30 km/h y cancelaciones frecuentes en líneas como Sarmiento, San Martín y Mitre.

Condiciones de seguridad y despidos

El sindicato de conductores, La Fraternidad, ha expresado su preocupación por el deterioro de las condiciones de seguridad. Denuncian la falta de inversión en mantenimiento preventivo y la creciente ineficiencia en el servicio. Además, el cierre de Trenes Argentinos Capital Humano (DECAHF) resultó en el despido de 1.400 empleados, lo que fue interpretado como el inicio de un plan de recortes más amplio. Se proyecta que otros 3.000 despidos podrían ocurrir dentro de la empresa estatal.

El gobierno sostiene que busca reorganizar estructuras ineficientes y reducir subsidios, aunque el sistema metropolitano sigue dependiendo en un 90 por ciento de contribuciones estatales. Las tarifas, por su parte, han permanecido congeladas desde septiembre de, fijadas en aproximadamente 280 pesos para el primer tramo de las líneas.

Impacto en la vida cotidiana

Para millones de trabajadores en el área metropolitana de Buenos Aires, el tren es esencial para llegar a sus empleos. La combinación de ajustes fiscales y falta de mantenimiento ha creado un círculo vicioso: viajes más largos, menor frecuencia de trenes y mayor congestión, lo que, a su vez, provoca retrasos en la llegada a los lugares de trabajo.

Estado de las líneas ferroviarias

Las líneas Roca y Mitre mantienen un nivel de servicio aceptable gracias a inversiones realizadas por la administración anterior. Sin embargo, las líneas Belgrano Sur y San Martín enfrentan serios problemas, con trenes que frecuentemente llegan tarde. A pesar de que el sistema no está completamente colapsado, fuentes del sector advierten que está al borde del abismo. Los trenes chinos adquiridos entre 2014 y 2019 son la única mejora tecnológica visible, aunque el material rodante ya muestra signos de desgaste y carece de repuestos nuevos.

Las similitudes con la década de Menem son notables. La falta de liderazgo político, la desinversión y la amenaza de privatización evocan recuerdos de la eliminación del sistema ferroviario en los años 90, cuando miles de kilómetros de vías fueron cerradas y más de 70.000 trabajadores quedaron en la calle. A pesar de que el sistema actual cuenta con una base estatal sólida y algunas mejoras, analistas advierten que el rumbo actual podría revertir dos décadas de recuperación parcial.

El dilema del gobierno de Milei

El desafío que enfrenta el gobierno de Milei es claro: disminuir el déficit sin desmantelar un servicio crucial para la población. Hasta ahora, las decisiones parecen priorizar la economía sobre la planificación técnica. Sin inversión sostenida y una gestión profesional, el sistema ferroviario metropolitano se encuentra al borde de una crisis crítica.

Si la emergencia ferroviaria no se traduce en mejoras reales, Argentina podría enfrentar un regreso a un escenario que se creía superado: trenes lentos, deteriorados y olvidados en el tiempo.