En el contexto de una economía argentina tambaleante, marcada por la incertidumbre y la inflación, muchos ciudadanos están recurriendo a las criptomonedas como una estrategia para salvaguardar sus ahorros. La situación se ha vuelto crítica con la reciente implementación de controles cambiarios por parte del presidente Javier Milei, justo cuando se aproximan las elecciones intermedias.
El uso de stablecoins, monedas digitales vinculadas al dólar estadounidense, ha emergido como una solución innovadora para aprovechar la discrepancia en los tipos de cambio. Esta práctica, conocida como arbitraje, permite a los ciudadanos adquirir dólares a un tipo de cambio favorable y luego convertirlos en pesos a un precio más bajo en el mercado paralelo.
Una estrategia financiera en tiempos difíciles
Ruben López, un corredor de bolsa en Buenos Aires, compartió su experiencia al indicar: “Realizo este tipo de transacciones diariamente para proteger mis ahorros de la inflación”. Esta táctica no solo refleja la adaptación de los argentinos ante la crisis, sino que también destaca cómo la tecnología se ha convertido en una herramienta crucial en la gestión financiera personal.
Impacto de las restricciones cambiarias
La reciente prohibición de la reventa de dólares por un período de 90 días, impuesta por el banco central, ha impulsado el crecimiento de la actividad de stablecoins. Según la plataforma de intercambio Ripio, el 9 de octubre, las transacciones de stablecoins con pesos aumentaron en un 40% en solo una semana. Este fenómeno, conocido como rulo, ha demostrado ser una forma eficaz de obtener beneficios rápidos en un entorno financiero incierto.
El uso de criptoactivos en Argentina no es simplemente una moda pasajera. La historia económica del país, marcada por múltiples defaults de deuda, ha llevado a los ciudadanos a buscar alternativas para proteger su patrimonio. La administración de Milei ha intentado estabilizar el peso, pero los resultados han sido mixtos. La inflación anual aún ronda el 30%, aunque ha disminuido desde cifras cercanas al 300%.
La evolución del uso de criptomonedas
En un país donde el uso de criptomonedas ha pasado de ser una curiosidad a una necesidad, las plataformas locales como Belo y Lemon Cash han visto un aumento en las operaciones. Manuel Beaudroit, CEO de Belo, comentó: “Ofrecemos a nuestros usuarios la posibilidad de comprar cripto con pesos o dólares, lo que les permite realizar transacciones rentables aprovechando las diferencias en el tipo de cambio”.
Un refugio ante la incertidumbre política
La volatilidad derivada de la incertidumbre política también ha llevado a muchos argentinos a resguardar sus ahorros en criptomonedas. Nicole Connor, líder de la organización Mujeres en Cripto, explicó: “La inflación y la inestabilidad política nos obligan a ser más cautelosos. No tengo ahorros en pesos, solo los utilizo para gastos diarios”. En cambio, su enfoque está en mantener sus ahorros en stablecoins y buscar rendimientos a través de estas inversiones.
Sin embargo, operar en el mundo de las criptomonedas no está exento de riesgos. Mientras que las transacciones en el mercado de valores están exentas de impuestos, las ganancias obtenidas de las criptomonedas están sujetas a un impuesto que puede alcanzar hasta el 15%. Además, los bancos pueden ejercer un control más estricto sobre los usuarios que realizan transacciones frecuentes, exigiendo comprobantes de fondos.
El futuro de las criptomonedas en Argentina
A medida que la economía argentina sigue enfrentando desafíos, los analistas sugieren que el uso de stablecoins podría expandirse aún más. La realidad es que muchos en América Latina buscan estrategias para proteger sus activos frente a crisis fiscales y electorales. Javier López, el corredor de bolsa, concluye: “Las stablecoins han llegado para quedarse. El dólar sigue siendo un refugio seguro en nuestra sociedad y en nuestra vida cotidiana”.



