Un inicio de año prometedor
El Índice de Actividad Económica del Banco Central (IBC-Br) ha comenzado el año 2025 con un crecimiento inesperado del 0,9% en enero, superando las expectativas de los analistas que preveían un aumento de solo 0,22%. Este dato, que se considera un indicador adelantado del Producto Interno Bruto (PIB), sugiere que la economía brasileña está mostrando signos de fortaleza a pesar de un entorno de política monetaria restrictiva.
Este crecimiento es especialmente notable dado que el mes anterior, diciembre de 2024, había registrado una caída del 0,6%. La recuperación es un alivio para un país que cerró el año pasado con un crecimiento del 3,4% en su PIB, según datos del IBGE.
Factores detrás del crecimiento
La sorprendente alza del IBC-Br en enero se atribuye principalmente al sólido desempeño del sector agropecuario, que ha mostrado un crecimiento significativo en este inicio de año. Rafael Perez, economista de Suno Research, destacó que el crecimiento del agro y un aumento del 2,3% en el comercio minorista ampliado, que incluye vehículos y materiales de construcción, han sido factores clave en este resultado positivo.
A pesar de estos datos alentadores, el panorama no es completamente optimista. El volumen de servicios ha caído un 0,2% y las ventas en el comercio minorista restringido también han disminuido un 0,1%. Además, la producción industrial se ha estancado, lo que plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de este crecimiento.
Perspectivas futuras y desafíos
Los analistas ahora se enfrentan a un dilema: aunque el IBC-Br ha superado las expectativas, se anticipa que la economía brasileña podría perder impulso a medida que los efectos de la política monetaria restrictiva se sientan más profundamente. La reunión del Banco Central programada para esta semana, donde se discutirá un posible aumento de la tasa de interés Selic, actualmente en 13,25%, podría ser un factor determinante en la dirección futura de la economía.
La inflación elevada y un real desvalorizado son preocupaciones que podrían afectar la propensión de los empresarios a invertir. La investigación Focus del Banco Central indica que la expectativa de crecimiento del PIB para 2025 es de 1,99%, disminuyendo a 1,60% en 2026. Esto refleja un ajuste gradual que podría impactar la demanda agregada y el poder adquisitivo de las familias.
