Table of Contents
Un año de crecimiento significativo
El consumo de las familias brasileñas cerró el año 2024 con un notable aumento del 4,8%, según los datos del PIB (Producto Interno Bruto) publicados por el IBGE (Instituto Brasileño de Geografía y Estadística).
Este crecimiento es el más alto desde 2011, lo que refleja una recuperación económica impulsada por varios factores. Entre ellos, el fortalecimiento del mercado laboral y las transferencias gubernamentales han jugado un papel crucial en este aumento. Sin embargo, el cuarto trimestre mostró una caída del 1,0% en comparación con los tres meses anteriores, lo que plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de este crecimiento.
Factores que impulsan el consumo
Los economistas destacan que el consumo es el motor de la actividad económica, representando aproximadamente el 60% del PIB. Rebeca Palis, coordinadora de Cuentas Nacionales del IBGE, señala que la combinación de programas de transferencia de ingresos, la mejora continua en el mercado laboral y tasas de interés más bajas que en 2023 han sido determinantes para el aumento del consumo familiar.
Sin embargo, el cuarto trimestre trajo consigo un aumento de la inflación, especialmente en los precios de los alimentos, lo que afectó el gasto de las familias.
Desafíos para el futuro
A pesar del crecimiento en el consumo, el panorama para 2025 se presenta desafiante.
La Formación Bruta de Capital Fijo (FBCF), que mide los inversiones productivas, también mostró un aumento del 7,3% en 2024, el mejor resultado desde 2021. Sin embargo, el ciclo de aumento en la tasa básica de interés (Selic) podría encarecer el crédito, afectando tanto el consumo como la inversión.
El Banco Central está intentando controlar la inflación mediante el ajuste de las tasas de interés, lo que podría tener un efecto adverso en la demanda de bienes y servicios en el futuro.
Perspectivas del mercado internacional
Desde la perspectiva de la demanda, el PIB también refleja las operaciones en el mercado internacional. Las exportaciones brasileñas crecieron un 2,9% en 2024, mientras que las importaciones aumentaron un 14,7%. Este desequilibrio en el comercio exterior podría tener implicaciones significativas para la economía brasileña, especialmente si la tendencia de aumento en las importaciones continúa. En resumen, aunque el consumo ha mostrado un crecimiento notable, los desafíos económicos que se avecinan requieren atención y estrategias adecuadas para mantener la estabilidad y el crecimiento a largo plazo.