Un partido lleno de expectativas
El Corinthians se enfrentó a un desafío monumental en la tercera ronda de la pré-Libertadores, donde necesitaba una victoria contundente para seguir en la competencia. A pesar de haber ganado 2-0 al Barcelona de Guayaquil en su estadio de Itaquera, el resultado no fue suficiente para superar la derrota de 3-0 en el partido de ida. La presión era palpable y el equipo sabía que debía marcar al menos tres goles para tener alguna posibilidad de avanzar a la siguiente fase.
Faltó la calma necesaria
A lo largo del encuentro, el Corinthians mostró un juego más sólido en comparación con el primer partido, pero la ansiedad y la falta de efectividad en el área rival fueron determinantes. A pesar de crear varias oportunidades, solo lograron convertir en goles dos de esas ocasiones, gracias a un cabezazo de Félix Torres y un tanto de Carillo en los últimos minutos. La expulsión del volante Leonai del Barcelona, que dejó a su equipo con diez jugadores, no fue suficiente para que los locales aprovecharan la ventaja numérica y concretaran su remontada.
Un historial complicado en la Libertadores
La historia del Corinthians en la Libertadores ha estado marcada por momentos difíciles. Desde su primera eliminación en 2011 ante el Tolima, hasta las recientes caídas en las fases preliminares, el equipo ha enfrentado una montaña de desafíos. En 2017, el club logró revertir un marcador adverso, pero esa hazaña es una excepción en su trayectoria. Este año, las dificultades comenzaron desde su primer encuentro contra el Universidad Central de Venezuela, donde solo logró un empate y una victoria ajustada.
El futuro del Corinthians
Con la eliminación de la Libertadores, el Corinthians ahora se enfocará en la Copa Sul-Americana, donde buscará redimirse y demostrar que aún tiene mucho que ofrecer en el fútbol continental. La presión de la afición es alta, y los jugadores deberán trabajar arduamente para recuperar la confianza y el apoyo de sus seguidores. La temporada aún tiene mucho por delante, y el equipo paulista espera que esta experiencia les sirva como un impulso para mejorar en el futuro.