En la vibrante ciudad de Tijuana, se está llevando a cabo una transformación notable. Anteriormente marcada por la violencia y la exclusión social, diversos barrios están experimentando un renacer gracias al Proyecto Tijuana, una iniciativa estratégica que busca promover la paz. Este programa se centra en involucrar a los jóvenes en actividades educativas, culturales y deportivas, alejándolos de influencias negativas y acercándolos a la participación constructiva en la comunidad.
La fuerza impulsora detrás de esta iniciativa es la colaboración entre las autoridades locales y el gobierno estatal, liderada por Claudia Sheinbaum Pardo y Marina del Pilar Ávila Olmeda, la gobernadora de Baja California. Juntas, enfatizan que la paz no se impone, sino que se cultiva a través de esfuerzos diarios para abordar las causas profundas de la violencia, la desigualdad y la exclusión.
El camino hacia comunidades más seguras
Durante una reciente conferencia de prensa, la gobernadora Ávila Olmeda compartió que, desde diciembre de 2024, el gobierno ha identificado y trabajado en 35 áreas específicas dentro de Tijuana. La iniciativa se enfoca principalmente en los distritos centrales y norte de la ciudad, garantizando que las familias tengan acceso directo a servicios esenciales. Este enfoque práctico permite a los funcionarios escuchar las inquietudes de la comunidad y colaborar en la creación de entornos seguros y de apoyo.
Compromiso y apoyo comunitario
Uno de los componentes clave de la estrategia de paz son las Jornadas de Paz, que incluyen ferias semanales en barrios socialmente vulnerables. Estos eventos reúnen a representantes de los gobiernos local, estatal y federal, permitiéndoles interactuar directamente con los miembros de la comunidad. Como parte de esta iniciativa, equipos de voluntarios, conocidos como brigadistas, visitan hogares para discutir las necesidades e inquietudes de los residentes.
Esthela Damián Peralta, secretaria adjunta de prevención de la violencia en la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de México, elogió el liderazgo de la gobernadora y los esfuerzos colaborativos realizados para mejorar la seguridad comunitaria. Hasta ahora, Tijuana ha alcanzado un hito de más de 126,000 servicios gratuitos proporcionados, involucrando a 210 voluntarios que han llegado a casi 15,000 hogares.
Fomento del empoderamiento juvenil
Otro aspecto significativo de la iniciativa es la creación de 21 comités de paz, integrados por jóvenes conocidos como Sembradores de Paz y residentes locales. Estos comités se dedican a organizar actividades deportivas, culturales y proyectos de mejora urbana, promoviendo un sentido de unidad y propósito entre los jóvenes. Sus esfuerzos han atraído la participación de más de 11,000 miembros de la comunidad, reflejando el apoyo generalizado a estos programas.
Abordando la violencia a través del desarme
Además del compromiso comunitario, la estrategia incluye un programa de desarme voluntario. Esta iniciativa ha conseguido recolectar 43 pistolas, 70 rifles, 1,382 cartuchos y 88 cargadores, demostrando un compromiso significativo por reducir las armas en circulación. El gobierno mexicano ha invertido más de 2 millones de pesos para apoyar este esfuerzo crucial.
Beatriz Adriana Olivares Pinal, directora del Centro Nacional de Prevención del Delito y Participación Ciudadana, reconoció el espíritu cooperativo entre los diferentes niveles de gobierno y agencias como Salud, Bienestar y Educación. Esta colaboración es vital para el éxito de las Jornadas de Paz, posicionando a los jóvenes como agentes clave de cambio en sus comunidades.
La convergencia de educación, cultura e iniciativas comunitarias marca un cambio pivotal en Tijuana mientras busca superar sus desafíos históricos. Al empoderar a los jóvenes y fomentar la colaboración entre residentes y autoridades, la ciudad está sentando las bases para un futuro más pacífico y unido.