El norte de Afganistán fue escenario de un sismo de magnitud 6,3 que se produjo el lunes, dejando a su paso al menos 27 fallecidos y cerca de 1,000 heridos. Este desastre natural se suma a la larga lista de tragedias que han golpeado a la nación en los últimos meses. La situación de vulnerabilidad en la que se encuentra la población se ve aún más exacerbada tras este evento.
Detalles del sismo y sus consecuencias
El terremoto tuvo su epicentro en el distrito de Kholm, en las provincias de Samangan y Balkh. Estas áreas ya habían sufrido las consecuencias de un sismo devastador en agosto pasado, que dejó un saldo trágico de más de 2,200 muertes. La repetición de desastres naturales plantea serias preguntas sobre la resiliencia de la región y la necesidad de una mejor preparación ante situaciones críticas.
Las autoridades locales, entre ellas el Ministerio de Salud afgano, han reportado que, aunque la mayoría de los heridos presentan lesiones leves, la situación sigue siendo crítica. Los esfuerzos de rescate han progresado gracias a la pronta respuesta de las instituciones involucradas, que han trabajado sin descanso para asistir a los afectados.
Impacto en las comunidades afectadas
Las imágenes de devastación en Kholm son profundamente conmovedoras. Muchos residentes, como Gulabuddin, han perdido a seres queridos y han visto cómo sus hogares han quedado en ruinas. Este padre de familia, herido por un ladrillo durante el temblor, compartió su angustia al informar que su nuera no pudo escapar a tiempo. “Hemos perdido todas nuestras pertenencias y el invierno se aproxima”, lamentó, reflejando la desesperación de quienes enfrentan una dura realidad.
Las condiciones climáticas están empeorando, con temperaturas que podrían descender a -20°C. Esto incrementa el sufrimiento de quienes no cuentan con un refugio adecuado. La escasez de mantas y ropa de abrigo agrava la situación en un momento en que la ayuda humanitaria resulta esencial.
Retos en la respuesta de emergencia
La respuesta a emergencias en Afganistán se enfrenta a desafíos significativos. Las zonas montañosas y la infraestructura limitada dificultan el acceso a las áreas más afectadas. Las autoridades a menudo requieren horas, e incluso días, para llegar a ciertos puntos remotos, donde los daños pueden ser devastadores.
A pesar de los desafíos que enfrenta el país, el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) ha emitido una alerta naranja. Esto indica que se prevé un número significativo de víctimas y daños materiales a raíz del desastre. No obstante, la falta de comunicación adecuada ha complicado la recolección de datos precisos sobre el impacto del sismo.
Lecciones del pasado y un futuro incierto
El terremoto ocurrido este mes se suma a una serie de catástrofes naturales que han dejado huella en Afganistán. En agosto, un sismo de magnitud 6 resultó en una de las tragedias más devastadoras en la historia reciente del país. Con el aumento de la inestabilidad política y económica, la capacidad para gestionar crisis de esta magnitud se ve seriamente comprometida.
Desde el regreso al poder de los talibanes en 2025, Afganistán se ha visto sacudido por múltiples desastres naturales. Uno de los más devastadores fue el terremoto en la región de Herat, que dejó más de 1,500 muertos. Esta tragedia resalta la urgente necesidad de contar con una infraestructura robusta para emergencias y un sistema de respuesta capaz de adaptarse a las crecientes demandas de la población.
En este contexto, las organizaciones internacionales enfrentan limitaciones significativas en su capacidad de respuesta. La crisis presupuestaria que atraviesa el país ha llevado al retiro de muchos donantes, incluido Estados Unidos. Esta situación ha dejado a Afganistán en una posición extremadamente precaria, lo que exige soluciones a largo plazo que sean tanto urgentes como efectivas.
El futuro inmediato de quienes han sido afectados por este desastre es incierto. Sin embargo, la resiliencia de la población afgana se manifiesta como un testimonio de su fortaleza frente a la adversidad, brillando como una luz en medio de la oscuridad que les rodea.



