El escenario actual de Siria Siria, un país marcado por años de guerra civil, enfrenta nuevos desafíos tras la caída del régimen de Bashar al-Assad. Desde la destitución del exdictador en diciembre, la nueva administración intenta restablecer la seguridad en un territorio devastado por conflictos.
Recientemente, enfrentamientos violentos en la provincia de Latakia resultaron en más de 70 muertes, según informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Estos eventos evidencian la fragilidad del nuevo orden y la lucha continua por el control territorial. Conflictos y emboscadas en la costa siria Los combates en la ciudad de Jableh y áreas adyacentes han sido descritos como los más intensos desde la caída de Assad.
Grupos leales al ex presidente, ahora en fuga, realizan ataques coordinados contra las nuevas fuerzas de seguridad. Mustafa Kneifati, encargado de la seguridad en Latakia, afirmó que las milicias de Assad atacaron sus posiciones, resultando en varias bajas. La situación se agrava con la imposición de toques de queda en varias ciudades, como Tartus y Homs, en un intento de controlar la violencia y restaurar el orden.
Desafíos para la nueva administración La nueva administración siria enfrenta el monumental desafío de restablecer la seguridad en un país que ya ha visto más de medio millón de vidas perdidas desde el inicio de la guerra civil en 2011.
Además de los enfrentamientos armados, manifestaciones en ciudades como Hama y Aleppo han sido organizadas para apoyar a las fuerzas de seguridad en la lucha contra las milicias remanentes. La situación humanitaria es crítica, con millones de desplazados y refugiados, muchos de los cuales buscan refugio en Turquía.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, anunció que más de 133,000 refugiados han regresado a Siria desde la caída de Assad, pero la estabilidad aún parece lejana.
