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Brandon Burgos, es un niño mexicano, conocido por su talento a la hora de tatuar. Hasta el momento, lleva más de 20 personas tatuadas.
Con solo 11 años, Brandon Burgos ha conseguido reconocimiento como tatuador
El niño nació y creció en Puebla. Su padre, quien también es tatuador, vio el talento de su hijo, por lo que decidió apoyarlo.
“Y cuando vi que tenía avance, le propuse tatuarme, se puso nervioso pero me dijo: ‘Sí, adelante’. Fue cuando me hizo un cráneo como tatuaje”, comentó Jesús en una entrevista.
En su lista cuenta con más de 20 clientes a los que ha tatuado. Por ejemplo, a su padre le dibujó un cráneo por primera vez.
Por causa del confinamiento y todo lo sucedido con la pandemia en el 2020, le pidió a su papá que lo dejara ayudarlo en el negocio. Así fue como sus amigos y familiares decidieron colaborar colocando su cuerpo para que Brandon empezara a tatuar.
“Mi primer tatuaje fue el más nervioso, después me empezó a gustar y se me quitó lo nervioso. Me gusta cuando empiezo a tatuar, me entretengo”, indicó Brandon.
Todo comenzó desde temprana edad
Desde los 9 años, el niño empezó a tener un vínculo con esta profesión: lo primero que hizo fue relacionarse con todos los materiales necesarios para poder llevar a cabo los tatuajes.
“Me gusta mucho dibujar y mi papá trabajaba y a mí me interesaba mucho, me llamaba mucho la atención. Me empecé a meter (en el estudio) y yo lo ayudaba. Comencé armando las mesas y esténciles, hasta que un día tuve la oportunidad de decirle que si me podía enseñar”, contó para EFE.
La importancia también de estudiar
Su padre le dijo que no podía bajar su promedio escolar si quería seguir tatuando. Aunque el menor desea continuar como tatuador, no opaca la idea de entrar a la Secretaría de Marina o a la universidad.
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