Datos recientes de un estudio del CISUR (Centro para la Integración Sociourbana) han revelado una preocupante realidad en Argentina: las personas que viven en barrios económicamente desfavorecidos o villas tienen una esperanza de vida, en promedio, 11 años menor que sus compatriotas más acomodados. Esta alarmante estadística pone de manifiesto el problema de la desigualdad social que afecta al país.
El estudio, que utiliza información demográfica del Censo Nacional de 2022 y registros de mortalidad del Ministerio de Salud, resalta las marcadas diferencias en la esperanza de vida entre distintos estratos socioeconómicos. Los hallazgos son corroborados por investigaciones del ReNaBap (Registro Nacional de Barrios Populares), que documenta la población que vive en estas áreas desatendidas.
Entendiendo el paisaje demográfico
Los datos revelan diferencias críticas tanto en la composición de la población como en la esperanza de vida en las regiones más empobrecidas, en comparación con los promedios nacionales. Según la pirámide demográfica del censo de 2022, ha aumentado el número de personas mayores en la población general, lo que indica una mejora en la esperanza de vida. Sin embargo, en contraste, la composición demográfica de los barrios de bajos ingresos muestra una proporción significativamente mayor de niños y jóvenes, lo que altera radicalmente la base de la pirámide.
Distribución por edad de la población
Este cambio demográfico lleva a una revelación preocupante: la representación de adultos y ancianos en estas áreas es alarmantemente baja. Por ejemplo, mientras que el 9.1 por ciento de la población nacional tiene entre 65 y 79 años, en los barrios pobres esta cifra se reduce a apenas 2.6 por ciento. La disparidad es aún más pronunciada en los grupos de edad más avanzada, donde solo el 0.31 por ciento de la población en zonas marginales supera los 80 años, en comparación con el 2.64 por ciento a nivel nacional—una diferencia asombrosa de 8.5 veces.
Según el análisis del CISUR, la pirámide demográfica de estos barrios se asemeja a la de Buenos Aires hace más de un siglo, específicamente al censo de 1914, un período caracterizado por condiciones de vida hacinadas en conventillos (viviendas colectivas). En aquella época, la urbanización a menudo estaba asociada con vivienda inadecuada y la falta de servicios básicos como saneamiento y agua potable.
Esperanza de vida y sus implicaciones
Los hallazgos del estudio destacan una realidad angustiante: mientras que la esperanza de vida promedio para la población en general es de 71 años, en las comunidades de villas se reduce drásticamente a solo 60 años. Esta notable diferencia de 11 años ilustra el profundo impacto que el estatus socioeconómico tiene en la salud y la longevidad.
Factores que contribuyen a la menor esperanza de vida
En lugar de atribuir la menor esperanza de vida a una única causa, el informe identifica una triada de factores interrelacionados que contribuyen a esta alarmante tendencia: condiciones de vivienda precarias, acceso limitado a la salud y un mercado laboral predominantemente informal. Esta combinación de elementos afecta severamente la vida de los residentes en los barrios marginales, moldeando no solo sus circunstancias actuales, sino también sus oportunidades futuras.
Ante las medidas de ajuste presupuestario en curso, estos hallazgos actúan como un llamado urgente a la acción. Según el CISUR, una inversión sustancial, una planificación estatal estratégica y la garantía de derechos fundamentales podrían ayudar a cerrar la brecha en la esperanza de vida. Por el contrario, si las tendencias actuales persisten, alcanzar la vejez seguirá siendo un privilegio inaccesible para muchos en estas comunidades de bajos ingresos.
Abordar estas desigualdades requiere un esfuerzo concertado para mejorar las condiciones de vida, aumentar el acceso a la atención médica y crear oportunidades laborales estables. Hasta que estos problemas sean atendidos adecuadamente, la brecha en la esperanza de vida probablemente seguirá ampliándose, dejando a los ciudadanos más vulnerables en una situación de desventaja significativa.