Cómo la rehabilitación de cárcamos en Ecatepec busca mitigar inundaciones

Las inundaciones en Ecatepec ya no son una novedad, pero las recientes iniciativas para rehabilitar los cárcamos han vuelto a encender el debate sobre la eficacia de las inversiones en infraestructura hídrica. La Comisión Nacional del Agua (Conagua) y el gobierno municipal han anunciado una rehabilitación de siete cárcamos, con una inversión que asciende a 85 millones de pesos. Pero, ¿realmente estamos abordando las raíces del problema o simplemente estamos aplicando un parche a una situación que se ha vuelto crónica?

Los verdaderos números detrás de la inversión

La cifra de 85 millones de pesos puede sonar impresionante, pero, ¿qué implica realmente en términos de resultados concretos? Según Francisco Reyes Vázquez, director de Sapase, apenas el 40% de los 28 cárcamos existentes en Ecatepec están funcionando a plena capacidad. Y aquí viene lo preocupante: 12 de estos cárcamos han sido reportados como saqueados, lo que los deja inservibles. Esto nos lleva a cuestionar si la rehabilitación de solo siete cárcamos es suficiente para que el municipio maneje el problema de manera integral.

Además, la inversión de más de 180 millones de pesos en la construcción del colector en Jardines de Morelos ha demostrado ser, en términos prácticos, inútil. Estos datos generan serias inquietudes sobre cómo se gestionan los recursos públicos en el municipio y su capacidad para enfrentar problemas complejos como el drenaje y las inundaciones de forma efectiva.

Casos de éxito y fracaso en la infraestructura hídrica

Es fácil caer en la trampa de pensar que la rehabilitación de cárcamos es la solución definitiva. Sin embargo, he visto demasiados proyectos similares fracasar por no atacar el verdadero núcleo del problema. Un caso emblemático es el de los sistemas de drenaje implementados en ciudades vecinas, donde la falta de mantenimiento y la corrupción en la gestión transformaron estas obras en un despilfarro de recursos.

Aunque hay ejemplos de éxito, como la modernización de redes de drenaje en otras regiones del país, estos son más la excepción que la norma. La clave para un cambio real radica en adoptar un enfoque holístico que no solo contemple la rehabilitación de infraestructuras, sino que también incluya un plan de mantenimiento a largo plazo y una gestión efectiva de los recursos hídricos.

Lecciones prácticas para futuros proyectos

Los fundadores y gestores de proyectos deben aprender de estos fracasos. La primera lección es que no se puede escatimar en el análisis de datos y la planificación a largo plazo. Un enfoque basado en datos ayudaría a identificar las necesidades reales de la comunidad, en lugar de depender de soluciones rápidas que no abordan el problema subyacente.

Además, es fundamental establecer mecanismos de rendición de cuentas para asegurar que los fondos se utilicen efectivamente. La transparencia en la gestión de proyectos públicos no solo genera confianza, sino que también permite un seguimiento más riguroso del progreso y los resultados.

Conclusiones y acciones a considerar

La rehabilitación de cárcamos en Ecatepec es un paso necesario, pero no suficiente. Para mitigar realmente las inundaciones, es crucial que la inversión venga acompañada de un plan integral que contemple el mantenimiento, la transparencia y una adecuada gestión de recursos. Solo así podremos esperar una mejora real en la infraestructura hídrica y, por ende, en la calidad de vida de los habitantes de Ecatepec.

Es el momento de que los gestores de proyectos miren más allá de las obras visibles y se concentren en construir un sistema sostenible que realmente beneficie a la comunidad. ¿Estás listo para exigir un cambio real?