Cómo el apoyo de EE. UU. está transformando la dinámica política en Argentina

En un período electoral crítico en Argentina, la intervención de Estados Unidos podría ser un factor decisivo para el presidente Javier Milei. El reciente compromiso de Donald Trump de respaldar el peso argentino en medio de una seria crisis monetaria, junto a un importante tumulto político, podría proporcionar a la administración libertaria la asistencia que tanto necesita.

El secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Bessent, desempeñó un papel crucial en las negociaciones con el ministro de Economía argentino, Luis «Toto» Caputo. Esto llevó al anuncio de un intercambio de divisas de $20 mil millones, con un financiamiento adicional potencial de $20 mil millones en deuda pública y privada, incluyendo la compra directa de activos argentinos en el mercado. Este apoyo sin precedentes de EE. UU. marca un notable alejamiento de la habitual política “America First” de Trump y recuerda la histórica determinación mostrada por el expresidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, durante la crisis de la eurozona.

Comentarios de Trump y sus implicaciones

No obstante, la tendencia de Trump a la imprevisibilidad complicó pronto las cosas. Sus comentarios públicos vincularon el rescate de EE. UU. al resultado de las próximas elecciones, sugiriendo que la generosidad dependería del éxito electoral de Milei: “si pierde, no vamos a ser generosos con Argentina… si gana, estaremos con él, y si no gana, nos retiramos”. Esta afirmación generó confusión, lo que llevó a Milei a aclarar que el apoyo de EE. UU. estaría asegurado hasta 2027, aunque no pudo eliminar del todo las incertidumbres que persistían.

No está claro si Trump se refería a las elecciones nacionales de medio término del 26 de octubre o si pensó erróneamente que se trataba de una elección presidencial. Apenas unas semanas atrás, había apoyado a Milei para un segundo mandato a través de una publicación en redes sociales, similar a una exhibición de trofeos. Sin embargo, es comprensible que alguien en la posición de Trump pueda malinterpretar la cronología política argentina. Bessent señaló que el Tesoro de EE. UU. había evaluado el amplio consenso político para la segunda mitad del mandato de Milei, alineándose con el énfasis del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre la necesidad de respaldo social y político para reformas ambiciosas.

Cambios en el enfoque estratégico de Milei

En respuesta al clima político, Milei y sus asesores han moderado la actitud pública previamente agresiva del presidente y su actividad en redes sociales. Ha iniciado esfuerzos para colaborar con el Congreso y los gobernadores provinciales a fin de establecer las mayorías necesarias para aprobar reformas estructurales. Al involucrarse con el expresidente Mauricio Macri, han escuchado críticas y podrían permitirle desempeñar un papel más significativo en la reestructuración del gabinete que se anticipa tras las elecciones. La coalición anteriormente fracturada, que ahora se asemeja a un triángulo de hierro reformado, se ha estabilizado, con la jefa de gabinete, Karina Milei, teniendo que modificar su enfoque tras un difícil revés electoral en la provincia de Buenos Aires.

La posición de Santiago Caputo es notable; opera como un freelance sin título oficial en la administración de Milei, pero ejerce una considerable influencia. Inicialmente celebrado como un arquitecto clave del éxito electoral de Milei, luego enfrentó repercusiones cuando surgieron disputas territoriales, lo que llevó a confrontaciones con Karina. Antes visto como un estratega político que promovía la retórica anti-establishment de Milei, ahora busca mantener el control sobre sectores gubernamentales significativos, incluyendo la SIDE y el Ministerio de Justicia.

El panorama electoral y posibles resultados

Volviendo a la cuestión de si Milei puede asegurar la victoria en las elecciones, es esencial definir qué significa ‘ganar’. Tras un sorprendente éxito en las elecciones locales en la Ciudad de Buenos Aires, había expectativas de un auge para La Libertad Avanza (LLA) que podría potenciar su poder legislativo. Sin embargo, un resultado decepcionante en la provincia de Buenos Aires, junto con la continua agitación económica y política, ha obligado a la Casa Rosada a reevaluar su estrategia. El objetivo actual es ganar, incluso por el margen más estrecho, mientras se protege la autoridad de veto del presidente.

Aunque las encuestas de opinión a menudo han demostrado ser poco fiables, parece haber un consenso de que LLA y el panperonista Fuerza Patria están en un empate estadístico, cada uno dominando aproximadamente un tercio del electorado. Un 10 por ciento adicional podría ser reclamado por partidos regionales y la nueva coalición de gobernadores, Provincias Unidas, mientras que las facciones de izquierda podrían representar alrededor del cinco por ciento, dejando un 15 por ciento para partidos menores, votantes indecisos y boletas en blanco o nulas. Con una participación históricamente baja de votantes en las elecciones locales de este año, este factor podría influir significativamente en los resultados, especialmente con la nueva implementación del sistema de “boleta única” nacional.

Camino a seguir para Milei

Si no se producen desarrollos imprevistos, un escenario plausible podría ver a Milei regresar al enfoque pragmático que adoptó inicialmente en su mandato. Podría forjar coaliciones temporales con los restos de Juntos por el Cambio, la antigua coalición de Macri, para facilitar reformas estructurales mientras ofrece incentivos para obras públicas a fin de ganar apoyo de los gobiernos provinciales. Con el respaldo del Tesoro de EE. UU. y una estrategia macroeconómica racional, podría recuperar la confianza del FMI y de los mercados financieros, permitiendo al autodenominado anarcocapitalista aspirar a la reelección.

Sin embargo, la administración de Milei ha demostrado repetidamente su incapacidad para cultivar alianzas políticas sostenibles, y su obstinación en cuanto a políticas económicas ha conducido a errores recurrentes que recuerdan al pasado. El presidente ha mostrado una tendencia a aprovechar las condiciones políticas favorables para atacar a sus oponentes y promover una guerra cultural. Permanece firme en sus creencias económicas, atribuyendo la inestabilidad al kirchnerismo y exhibiendo desdén por los disidentes, particularmente entre periodistas y economistas. A pesar de graves acusaciones contra su ex candidato José Luis Espert, Milei continúa defendiéndolo y no ha logrado aclarar su participación en controversias como el asunto de la criptomoneda ‘$LIBRA’ y el alleged esquema de sobornos de su hermana.

El secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Bessent, desempeñó un papel crucial en las negociaciones con el ministro de Economía argentino, Luis «Toto» Caputo. Esto llevó al anuncio de un intercambio de divisas de $20 mil millones, con un financiamiento adicional potencial de $20 mil millones en deuda pública y privada, incluyendo la compra directa de activos argentinos en el mercado. Este apoyo sin precedentes de EE. UU. marca un notable alejamiento de la habitual política “America First” de Trump y recuerda la histórica determinación mostrada por el expresidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, durante la crisis de la eurozona.0