El lunes, mientras la presidenta Claudia Sheinbaum se dirigía a Canadá para participar en la cumbre del G7, la ministra del Interior, Rosa Icela Rodríguez, tomó las riendas de la conferencia de prensa matutina del gobierno federal. La jornada estuvo marcada por un recuento escalofriante de las deportaciones de mexicanos desde Estados Unidos, un tema que no solo revela cifras, sino también historias humanas detrás de cada número.
Las cifras de deportaciones
Desde que Donald Trump asumió la presidencia de Estados Unidos el 20 de enero, un total de 56,298 mexicanos han sido deportados a su país. Un dato inquietante: de ellos, 12,183 llegaron a México a través de vuelos que aterrizaron en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles y otros puntos clave. La información fue proporcionada por el subsecretario del Interior, Arturo Medina Padilla, quien también destacó que todos los deportados que aterrizan en aeropuertos reciben asistencia a través del programa “México te abraza”.
La cifra de deportados que optan por no acudir a los centros de recepción establecidos por el gobierno en la frontera también es alarmante. Medina afirmó que 24,082 han buscado refugio y servicios en estos lugares, lo que representa aproximadamente el 55% de los deportados que ingresan a México por esa vía en los últimos meses. Sin embargo, la pregunta persiste: ¿qué sucede con aquellos que eligen no buscar ayuda?
Asistencia y condiciones en los centros de recepción
Los deportados que sí acuden a los centros de recepción son atendidos con una variedad de servicios. Se han proporcionado casi 237,000 servicios individuales que incluyen comidas, atención médica, tarjetas de bienestar y la inscripción en el esquema de seguridad social IMSS. Medina enfatizó que el Instituto Nacional de Migración ha transportado a más de 13,000 deportados a sus estados de origen, destacando destinos como Coahuila, Durango y Jalisco. Sin embargo, la situación en estos centros sigue generando dudas sobre la calidad de la atención y la efectividad del apoyo brindado.
Violencia en Oaxaca y la respuesta del gobierno
En un giro dramático, la conferencia también abordó la violencia reciente en Oaxaca, donde la alcaldesa de San Mateo Piñas, Lilia Gema García Soto, fue asesinada en su oficina. Además, la muerte de un juez relacionado con casos de alto perfil ha generado inquietud. Rodríguez reconoció estos “lamentables eventos” y aseguró que se están llevando a cabo investigaciones. Pero, ¿será suficiente esta respuesta para calmar la creciente ola de violencia en el país?
La participación de México en el G7
Rodríguez también dio detalles sobre la representación de México en la cumbre del G7, donde Sheinbaum estará acompañada por embajadores y otros funcionarios. Este evento no solo es una plataforma para discutir temas internacionales, sino también un momento crucial para que México reafirme su posición en la escena global. Con el telón de fondo de crisis internas, la atención se centra en cómo el país abordará estos desafíos ante el mundo.
