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Una conexión divina con la naturaleza
En 1972, Claudia Andujar tuvo una revelación que cambiaría su vida y su carrera. Mientras viajaba entre el Pará y el Amapá, la fotógrafa suiza naturalizada brasileña sintió una profunda conexión con la naturaleza, percibiendo la presencia de lo divino en las aguas del río Jari y en la exuberante vegetación de la Amazonía.
Esta experiencia mística la llevó a crear la serie «Flora», un proyecto que capturó la esencia del bioma amazónico durante dos años. Hoy, parte de este trabajo se exhibe en la Casa Seva, en São Paulo, donde el público puede apreciar diez imágenes poco conocidas que reflejan su visión artística.
Un enfoque cinematográfico y onírico
La curadora de la exposición, Ana Carolina Ralston, destaca la singularidad de la obra de Andujar, que combina una estética artística con un enfoque casi cinematográfico. Un ejemplo de esto es un tríptico donde la fotógrafa captura la planta mourera áspera desde diferentes ángulos, creando una ilusión de movimiento que invita al espectador a sumergirse en la imagen.
Además, la exposición incluye proyecciones de la Cachoeira de Santo Antônio sobre cortinas, generando un ambiente etéreo que evoca un estado de ensueño. Las experimentaciones cromáticas de Andujar, donde transforma el verde en rosa, añaden un carácter lisérgico a sus fotografías, mostrando su habilidad para alterar la percepción de la realidad.
Activismo a través de la belleza
Claudia Andujar no solo es una fotógrafa; es una activista que ha utilizado su arte para denunciar injusticias. Durante el régimen militar en Brasil, enfocó su lente en los yanomami, un pueblo indígena que aún enfrenta amenazas.
Su serie «Marcados» es emblemática, mostrando a los indígenas con placas numeradas, una representación poderosa de su lucha. A través de su trabajo, Andujar ha demostrado que es posible hacer denuncias sociales a través de la poesía visual, capturando la esencia de la vida y la cultura yanomami en su serie «Sueños Yanomami». En esta, las sobreposiciones de imágenes crean un aura espiritual, ofreciendo una visión más profunda de sus pensamientos y rituales.
Un legado que trasciende fronteras
La obra de Claudia Andujar no se limita a un solo estilo; su versatilidad se refleja en exposiciones como «Claudia Andujar: Minha Vida em Dois Mundos», que presenta 200 obras que abarcan desde lo etnográfico hasta lo experimental. Su enfoque en el activismo y la valorización del ser humano ha dejado una huella indeleble en la fotografía brasileña. A pesar de las adversidades, su trabajo sigue siendo un faro de esperanza y resistencia, recordándonos que el arte puede ser un poderoso vehículo para el cambio social. La complejidad de su obra invita a una reflexión profunda sobre la relación entre el arte, la naturaleza y la lucha por los derechos humanos.
