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El estado del ciclismo en Brasil
El ciclismo en Brasil, a pesar de su potencial, enfrenta una serie de desafíos que limitan su desarrollo. En el campus Butantã de la Universidad de São Paulo (USP), el velódromo, que debería ser un símbolo de la pasión por este deporte, se ha convertido en un monumento al abandono.
Este espacio, que podría ser uno de los mayores centros de entrenamiento del país, refleja la falta de respeto hacia el ciclismo en general. Las instalaciones están deterioradas y, en lugar de fomentar el uso de la bicicleta, la administración ha impuesto restricciones que dificultan la práctica del ciclismo deportivo.
Restricciones y su impacto
Desde 2005, la administración de la USP ha intentado limitar el acceso de ciclistas al campus. Aunque algunas medidas han sido revocadas tras incidentes trágicos, las restricciones han persistido. En 2019, se implementaron nuevas reglas que limitan el ciclismo a horarios específicos y prohíben entrenamientos en grupo.
Estas decisiones no solo afectan a los ciclistas, sino que también reflejan una falta de consideración por la seguridad y la inclusión de los usuarios de bicicletas en un entorno urbano que favorece a los automóviles. La idea de permitir el ciclismo solo en horarios de madrugada es, sin duda, una medida que pone en riesgo la seguridad de los ciclistas, quienes deben enfrentarse a las calles de São Paulo en condiciones poco seguras.
La audiencia pública y el futuro del ciclismo
Recientemente, la USP ha convocado una audiencia pública para discutir la regulación del ciclismo en el campus. Sin embargo, es fundamental cuestionar si estas discusiones realmente buscan soluciones efectivas o si simplemente perpetúan un modelo que prioriza el uso del automóvil.
La falta de infraestructura adecuada para ciclistas y la continua criminalización de su práctica son señales de que el ciclismo no es visto como una opción viable de transporte. En un mundo que busca alternativas sostenibles, es esencial que las universidades y las ciudades promuevan el uso de la bicicleta como una forma de transporte ecológica y accesible. La pasión por el ciclismo no solo beneficia a los deportistas, sino que también contribuye a la creación de ciudades más sostenibles y habitables.