La creciente adopción de cámaras corporales en Brasil
En un movimiento significativo hacia la modernización de la seguridad pública, veinte estados y el Distrito Federal han solicitado unirse al Proyecto Nacional de Cámaras Corporales del Ministerio de Justicia. Este proyecto tiene como objetivo adquirir más de 52,000 cámaras que serán utilizadas por los agentes de la Policía Militar. La iniciativa es un paso bienvenido, considerando que hasta el año pasado, solo un puñado de estados había implementado esta tecnología.
Objetivos y beneficios de la implementación
El Ministerio de Justicia se encargará de la licitación a través de una ata nacional de registro de precios, lo que permitirá a los gobiernos estatales realizar contratos directamente, simplificando así el proceso de adquisición. Este enfoque no solo busca agilizar las compras, sino también reducir costos, lo que es crucial en un contexto donde los recursos son limitados.
Desde mayo del año pasado, se han establecido 16 circunstancias en las que las cámaras deben estar activadas obligatoriamente, incluyendo operaciones policiales y contactos con detenidos. Estas regulaciones son aplicables a las fuerzas federales, y se espera que las fuerzas estatales las sigan para acceder a fondos del Fondo Nacional de Seguridad Pública.
El impacto de la violencia policial en Brasil
La violencia policial en Brasil ha alcanzado niveles alarmantes, con un aumento del 61% en las muertes por intervención policial en 2024. Este incremento ha llevado a muchos a cuestionar la eficacia de las políticas de seguridad actuales. Estados como Bahía y São Paulo han sido señalados como los más problemáticos, con cifras que reflejan la necesidad urgente de reformas.
Sin embargo, los estudios realizados en localidades que han implementado cámaras corporales muestran una reducción en los incidentes fatales causados por la policía. En Bahía, por ejemplo, se observó una disminución del 8.5% en muertes tras la adopción de esta tecnología. Esto sugiere que, aunque las cámaras no son una solución mágica, pueden ser una herramienta eficaz para contener abusos y mejorar la rendición de cuentas.
Desafíos y consideraciones futuras
A pesar de los beneficios potenciales, la implementación de cámaras corporales debe ir acompañada de protocolos de uso adecuados, capacitación para los agentes y un fortalecimiento de los mecanismos de control interno y externo. La tecnología por sí sola no resolverá los problemas de violencia policial; es necesario un enfoque integral que incluya la formación y la supervisión constante.
En conclusión, la expansión de la tecnología de cámaras corporales en Brasil representa una oportunidad para mejorar la seguridad pública y la transparencia en las operaciones policiales. Cualquier iniciativa que busque ampliar su uso solo traerá beneficios a la población, contribuyendo a un entorno más seguro y justo para todos.

