Contexto de las tarifas de acero y aluminioRecientemente, Brasil se encontró en una situación delicada debido a la implementación de tarifas del 25% sobre acero y aluminio por parte de Estados Unidos. Esta medida, que entró en vigor el 12 de febrero, fue anunciada por el ex-presidente Donald Trump y afecta a todos los socios comerciales, sin excepciones.
Brasil, siendo uno de los principales exportadores de productos semiacabados de acero, como bloques y placas, se ve directamente impactado por esta decisión, que puede perjudicar su competitividad en el mercado internacional.La posición del gobierno brasileñoEl ministro de Hacienda, Fernando Haddad, se pronunció sobre la necesidad de priorizar las negociaciones con Estados Unidos.
Enfatizó que Brasil ya ha enfrentado situaciones desafiantes en negociaciones anteriores y que, con calma y estrategia, es posible revertir el cuadro actual. Haddad destacó que los argumentos presentados por la industria brasileña son sólidos y que el gobierno estadounidense necesita reconocer un «error de diagnóstico» en relación a las tarifas impuestas.Reuniones y estrategias para la negociaciónEn la mañana del 12, Haddad se reunió con representantes del sector siderúrgico, incluyendo a Marco Pollo de Mello Lopes, presidente del Instituto Acero Brasil.
Durante el encuentro, se discutieron las medidas necesarias tanto para las importaciones como para las exportaciones brasileñas. La presencia de secretarios del Tesoro y de Política Económica también demuestra la seriedad con la que el gobierno brasileño está tratando esta cuestión.
La estrategia es clara: buscar un entendimiento que minimice los impactos de las tarifas y preserve la competitividad del sector en el mercado global.Impactos económicos de las tarifasLas tarifas de acero y aluminio no solo afectan a Brasil, sino que tienen repercusiones en toda la economía global.
Según datos del gobierno de Estados Unidos, Brasil fue el segundo mayor proveedor de acero para los estadounidenses en 2022, representando el 16% del total importado. Con la nueva política tarifaria, se estima que productos por un valor de 147,3 mil millones de dólares se verán afectados, lo que representa una suma significativa para la economía brasileña. La eliminación de la cuota mínima de importación, que antes eximía de tasas hasta un cierto volumen, ahora coloca todos los productos importados bajo la misma regla, aumentando la presión sobre los exportadores brasileños.