Un cambio monumental en la NBA
La reciente venta de los Boston Celtics por la asombrosa cifra de 6,1 mil millones de dólares ha capturado la atención de los aficionados al baloncesto y del mundo deportivo en general. Este acuerdo, que aún está pendiente de la aprobación del Consejo de Gobernadores de la NBA, no solo establece un nuevo récord en la compra de equipos deportivos en América del Norte, sino que también resalta la creciente valorización de las franquicias deportivas en el contexto actual. La cifra supera los 6,05 mil millones de dólares pagados por los Washington Commanders de la NFL en 2023, lo que subraya la competitividad y el interés en el mercado de los deportes profesionales.
Un nuevo propietario apasionado
El grupo comprador está liderado por William Chisholm, cofundador de Symphony Technology Group, quien ha expresado su profundo amor por los Celtics y su compromiso con la comunidad de Boston. En sus declaraciones, Chisholm enfatizó la importancia de la franquicia para la ciudad, reconociendo la responsabilidad que conlleva liderar una organización con una rica historia y un legado tan significativo. “Crecí siendo un ferviente aficionado de los Celtics”, comentó Chisholm, reflejando su conexión personal con el equipo y su deseo de mantener viva la tradición de excelencia que caracteriza a la franquicia.
El futuro de los Celtics
Wyc Grousbeck, el actual propietario mayoritario, continuará en su rol como CEO hasta la temporada 2027/28, asegurando una transición suave y estable para el equipo. Grousbeck ha elogiado a Chisholm como una elección natural para liderar la franquicia, destacando su química con el resto del equipo directivo. Este cambio de propiedad no solo representa una nueva era para los Celtics, sino que también plantea preguntas sobre cómo se gestionará la franquicia en un entorno cada vez más competitivo. Con el equipo habiendo ganado su 18º campeonato de la NBA el año pasado, la presión para mantener el éxito será alta.
Impacto en la comunidad y el baloncesto
La venta de los Celtics no solo es un evento significativo en el ámbito deportivo, sino que también tiene implicaciones profundas para la comunidad de Boston. La franquicia ha sido un pilar en la ciudad, y su éxito ha influido en la cultura local. Chisholm ha manifestado su intención de continuar este legado, asegurando que los Celtics seguirán siendo un símbolo de orgullo para los bostonianos. A medida que se acerca la nueva temporada, los aficionados estarán atentos a cómo esta transición afectará al equipo y a su rendimiento en la cancha.
