Anteriormente, Ben Affleck expresó su arrepentimiento por haber dejado que su matrimonio con Jennifer Garner se desmoronara. Pero ahora el actor de Argo dice que se sintió «atrapado» en esa relación y cree que no habría superado su adicción al alcohol si hubiera seguido con ella.
En su aparición en el programa The Howard Stern Show de SiriusXM, el actor de 49 años dijo recientemente: «Probablemente habríamos terminado en la garganta del otro. Probablemente habría seguido bebiendo. Parte de la razón por la que empecé a beber fue porque estaba atrapado».
El actor culpa su adicción a la infelicidad de su matrimonio
Affleck y Garner dieron la vuelta a la tortilla tras casarse en 2005, pero en algún momento los dos empezaron a tener problemas. A pesar de ello, Affleck dijo que trataron de hacer que funcionara por el bien de sus hijos, Violet, de 16 años, Seraphina, de 12, y Samuel, de 9.
Y es en este momento cuando la estrella de The Accountant dice que recurrió al alcohol.
«Me decía: ‘No puedo irme por mis hijos, pero no soy feliz, ¿qué hago? Y lo que hice fue [beber] una botella de whisky y quedarme dormido en el sofá, lo que resultó no ser la solución», compartió, añadiendo que su matrimonio finalmente terminó en una separación en 2018.
«En última instancia, lo intentamos, lo intentamos, lo intentamos porque teníamos hijos, pero ambos sentimos que no queríamos que este fuera el modelo que nuestros hijos vieran del matrimonio», señaló según Page Six.
Affleck continuó explicando que los medios de comunicación tenían una idea equivocada sobre su ruptura.
«Todo lo que leísteis [en las noticias sobre el divorcio] era mentira. La verdad es que nos tomamos nuestro tiempo, tomamos nuestra decisión… Nos distanciamos«, dijo sobre su relación con la actriz de 13 Going on 30. «Tuvimos un matrimonio que no funcionó. Esto sucede. Es alguien a quien quiero y respeto, pero con quien no debería seguir casado».
La pareja terminó su historia de amor en 2018
En contra de lo que muchos creen, su matrimonio sí terminó en buenos términos. «Lo hicimos de forma amistosa. Hicimos lo que pudimos. ¿Tuvimos momentos de tensión? ¿Teníamos desacuerdos sobre la custodia? ¿Fueron cosas difíciles para nosotros? ¿Nos enfadamos? Sí, pero fundamentalmente siempre estaba apuntalado con un respeto», compartió. «Sabía que era una buena madre. Siempre esperé que ella supiera que yo era un buen padre. Sabía que lo era».
A continuación, pasó a reflexionar sobre el momento en que tocó fondo debido a su adicción y cómo se desintoxicó. «La cura de la adicción es el sufrimiento, sufres lo suficiente como para que algo dentro de ti diga: ‘He terminado’. Tengo suerte porque llegué a ese punto antes de perder las cosas más importantes. No mi carrera ni el dinero, sino la relación con mis hijos, y cuando sentí que les afectaba, lo reconocí», dijo. «Fue el peor día de mi vida. Me enmendé… Pero desde ese día, juro por Cristo que no he querido beber ni una sola vez».
LEA TAMBIÉN:
