En octubre de 2025, el panorama del crédito al consumo en México se tornó preocupante. Los préstamos impagados alcanzaron un total de 53.895 mil millones de pesos (aproximadamente 2.9 mil millones de dólares), un récord histórico según el Banco de México (Banxico). Esta cifra representa un 3.3% de la cartera total de préstamos de los bancos privados, que asciende a cerca de 1.6 billones de pesos (alrededor de 87.4 mil millones de dólares).
En este contexto, los créditos de tarjeta de crédito se vieron particularmente afectados. El saldo de morosidad llegó a 16.944 mil millones de pesos (cerca de 929 millones de dólares). Aunque esto supuso una ligera disminución del 1.2% en comparación con el mismo mes del año anterior, la tasa de morosidad se estableció en 3.5% del total de la cartera de tarjetas de crédito, que es de 482.5 mil millones de pesos (aproximadamente 26.4 mil millones de dólares).
Aumento alarmante en la morosidad de préstamos personales
En comparación, los préstamos personales mostraron el mayor crecimiento en morosidad. Se registró un aumento del 47% en términos reales en comparación con octubre de 2024, alcanzando un saldo pendiente de 17.1 mil millones de pesos (alrededor de 934 millones de dólares). Esto representa un alarmante 6.1% del total de esta cartera, que es de 280 mil millones de pesos (aproximadamente 15.4 mil millones de dólares).
Contexto económico y sus implicaciones
Este aumento en la morosidad no es un fenómeno aislado. En el tercer trimestre de 2025, la economía mexicana mostró signos de estancamiento, marcando la primera caída desde el inicio de ese año. Durante este periodo, el Producto Interno Bruto (PIB) sufrió una disminución del 2.6% debido a las repercusiones de la crisis económica y de salud provocadas por la pandemia de COVID-19.
La desaceleración económica ha llevado a muchas familias a enfrentar presiones financieras significativas. Además, los meses de noviembre y diciembre, conocidos por ser intensos para el sistema financiero, traen consigo el evento de compras El Buen Fin y el inicio de las ventas de fin de año. A pesar de la aparente actividad comercial, es esencial considerar el trasfondo económico que afecta a los consumidores.
Acciones necesarias para mitigar el impacto
El informe reciente de morosidad llega en un momento crítico. Esto sugiere que tanto las instituciones financieras como las autoridades gubernamentales deben considerar estrategias para aliviar la carga que enfrentan los consumidores. En este sentido, el periódico Debate plantea que es vital implementar acciones que puedan reducir el impacto en la economía y en el bienestar de las familias mexicanas.
Con un panorama de inflación que se mantuvo alrededor del 3.57% en octubre de 2025 y una tasa de referencia del Banco de México en 7.25%, es crucial adoptar medidas que fomenten el acceso al crédito sin comprometer el control inflacionario. En este contexto, la gestión prudente del crédito por parte de los consumidores se vuelve esencial.
Perspectivas futuras
Las proyecciones para el futuro del crédito en México son inciertas. Con una tasa de morosidad en aumento y un entorno económico que muestra signos de debilidad, es imperativo que los hogares adopten un enfoque más cauteloso hacia sus gastos. La utilización de estrategias de financiamiento responsable y el acceso a educación financiera podrían ser claves para ayudar a las familias a navegar estos tiempos difíciles.
El aumento en los créditos impagados en México refleja una realidad compleja que exige atención. Las familias deben ser conscientes de sus capacidades financieras y de la importancia de mantener un equilibrio en sus deudas. Especialmente en un periodo donde las decisiones de consumo pueden tener repercusiones a largo plazo, la prudencia y la planificación serán fundamentales para asegurar la estabilidad financiera en el futuro.



