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Un panorama desolador
El último informe del Instituto de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires ha revelado una realidad preocupante: en noviembre de 2024, la cifra de personas en situación de calle alcanzó las 4.049. Esta cifra representa un aumento del 23,2% en comparación con el año anterior, cuando se registraron 3.286 personas.
Este incremento no solo es un número; es un reflejo de la crisis social que enfrenta la ciudad, donde cada vez más personas se ven obligadas a vivir en la calle.
Condiciones de vida precarias
Del total de personas en situación de calle, el 69,5% se encontraba en un Centro de Inclusión Social (CIS), mientras que el 30,5% estaba en la vía pública.
Las condiciones de vida en la calle son extremadamente duras. Muchas de estas personas son cartoneros, que buscan materiales reciclables para sobrevivir, o realizan trabajos temporales. La mayoría de ellos pasan sus días pidiendo dinero o realizando changas, lo que pone de manifiesto la falta de oportunidades laborales y el acceso limitado a recursos básicos.
La respuesta institucional
Los Centros de Inclusión Social juegan un papel crucial en la atención de estas personas, ofreciendo alojamiento, alimentación e higiene. Sin embargo, el aumento en la cantidad de personas que requieren estos servicios plantea un desafío significativo para las autoridades.
En comparación con el año anterior, se registraron 705 personas más en los CIS, lo que indica que la demanda está superando la capacidad de respuesta de los servicios sociales. La recolección de datos se realizó de manera censal, con censistas recorriendo la ciudad entre las 18 horas y las 6 horas del día siguiente, lo que demuestra el compromiso de las autoridades por entender y abordar esta problemática.
Un llamado a la acción
La situación es crítica y requiere una respuesta inmediata. La comunidad debe unirse para encontrar soluciones efectivas que aborden las causas subyacentes de la indigencia. Es fundamental que se implementen políticas públicas que no solo atiendan las necesidades inmediatas de las personas en situación de calle, sino que también promuevan la inclusión social y laboral. La crisis de la vivienda, el desempleo y la falta de acceso a servicios básicos son problemas que deben ser abordados de manera integral para evitar que más personas caigan en la pobreza extrema.
