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Un regreso esperado
Después de una larga estancia de nueve meses en la Estación Espacial Internacional (ISS), los astronautas de la NASA, Barry Wilmore y Sunita Williams, están a punto de regresar a casa. Este regreso, que originalmente estaba programado para el 26 de marzo, se ha adelantado gracias a la intervención del expresidente Donald Trump y el CEO de SpaceX, Elon Musk.
La NASA, en un movimiento poco común, decidió cambiar la cápsula de SpaceX que estaba retrasada por otra que podría estar lista antes, permitiendo así que la misión Crew-10 despegara el 14 de marzo desde el Centro Espacial Kennedy en Florida.
Desafíos en el espacio
La misión de Wilmore y Williams no ha estado exenta de desafíos. La cápsula CST-100 Starliner, que los llevó a la ISS, enfrentó varios problemas técnicos, incluyendo fugas de helio en el sistema de propulsores.
Estos inconvenientes llevaron a la NASA a decidir que la Starliner regresara vacía, lo que generó una serie de complicaciones en la programación de vuelos. A pesar de estos contratiempos, los astronautas han continuado su trabajo en investigación y mantenimiento en la estación, asegurando que la ISS funcione correctamente.
La política y el espacio
El prolongado tiempo de Wilmore y Williams en el espacio ha suscitado un debate político en Estados Unidos. Trump y Musk han criticado al gobierno de Biden, acusándolo de abandonar a los astronautas.
Sin embargo, Wilmore ha declarado que la política no ha influido en su misión. Para ellos, ha sido una transición suave entre la misión original y su incorporación a la tripulación fija de la ISS. Ambos astronautas han expresado su deseo de regresar a casa, donde esperan reunirse con sus familias y mascotas, después de una experiencia que han descrito como emocionante y enriquecedora.