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En un contexto de crisis económica, Argentina ha sorprendido al mundo al registrar un superávit fiscal primario de 1,177 billones de pesos argentinos en febrero, lo que equivale a aproximadamente el 0,5% del Producto Interno Bruto (PIB). Este resultado, anunciado por el Ministerio de Economía, marca el decimotercer superávit mensual en los 14 meses de gestión del presidente Javier Milei, quien ha prometido un «déficit cero» como parte de su estrategia para estabilizar la economía del país.
Un panorama fiscal alentador
El superávit financiero del sector público también fue notable, alcanzando los 310,73 mil millones de pesos, lo que representa cerca del 0,1% del PIB. Luis Caputo, ministro de Economía, destacó que estos resultados refuerzan el compromiso del gobierno con la disciplina fiscal, un pilar esencial para la recuperación económica y la creación de empleos de calidad.
Esta tendencia positiva se produce después de que Argentina lograra su primer superávit presupuestario anual en 14 años el año pasado, lo que sugiere un cambio significativo en la gestión fiscal del país.
Desafíos y recortes en el gasto público
A pesar de estos logros, el camino hacia la estabilidad económica no ha estado exento de desafíos. El gobierno de Milei ha implementado recortes en el gasto público, afectando áreas críticas como la educación y las pensiones. Estas medidas han generado protestas masivas en las calles, donde miles de ciudadanos han expresado su descontento.
La semana pasada, las manifestaciones de jubilados culminaron en enfrentamientos violentos con la policía, resultando en más de cien detenciones y un fotojornalista gravemente herido.
El futuro económico de Argentina
La situación económica de Argentina es compleja y multifacética.
Si bien el superávit fiscal es un indicativo de progreso, la inflación galopante y las tensiones sociales plantean interrogantes sobre la sostenibilidad de estas políticas. El gobierno de Milei se enfrenta al reto de equilibrar la necesidad de austeridad con la presión social por mejores condiciones de vida. La comunidad internacional observa con atención cómo se desarrollan estos acontecimientos, ya que el futuro económico de Argentina podría tener repercusiones más allá de sus fronteras.
