En un movimiento significativo para la economía argentina, el gobierno del presidente Javier Milei ha decidido implementar un nuevo marco monetario que ajustará las bandas cambiarias del peso. Este cambio se presenta como parte de un plan más amplio destinado a incrementar las reservas internacionales del Banco Central de la República Argentina (BCRA). Esta decisión se alinea con un contexto inflacionario en el que los ciudadanos siguen de cerca el valor de su moneda y el impacto que esto tiene en su vida cotidiana.
Desde abril, Argentina ha estado operando bajo un régimen de flotación semi-controlada, permitiendo cierta flexibilidad en el acceso a divisas extranjeras. Sin embargo, el sistema actual de bandas cambiarias, que limita la fluctuación del peso, ha sido criticado por contribuir a una sobrevaloración de la moneda, lo que ha afectado negativamente a la competitividad de las exportaciones del país.
Nuevos ajustes en las bandas cambiarias
El BCRA ha informado que, a partir del 1 de enero de 2026, tanto el límite superior como el inferior de las bandas cambiarán mensualmente de acuerdo con la tasa de inflación reportada. Esta medida busca garantizar que el tipo de cambio refleje de manera más precisa la realidad económica del país. Actualmente, el límite inferior se sitúa en 921 pesos por dólar, mientras que el superior es de 1,518 pesos. Este ajuste es crucial en un contexto donde la inflación mensual ha fluctuado entre el 1.5% y el 3.7% durante el año 2025.
Impacto en la economía y la industria
Los economistas han señalado que este nuevo enfoque podría favorecer un aumento en el tipo de cambio mayorista, lo cual influye en las dinámicas de exportación, importación y el pago de deudas. Ricardo Delgado, un analista del sector, destacó que aunque este cambio es un paso positivo, aún no es suficiente para satisfacer las necesidades de los sectores productivos que dependen de un tipo de cambio más competitivo.
Reacción del FMI y programa de acumulación de reservas
Además de los ajustes en las bandas cambiarias, el BCRA ha anunciado la implementación de un nuevo programa para acumular reservas internacionales. A partir de inicios de 2026, se implementará un plan de remonetización que busca incrementar la base monetaria de manera coherente con la demanda de dinero y la liquidez del mercado cambiario. Según las proyecciones, se espera que la base monetaria aumente del 4.2% al 4.8% del PIB para diciembre de 2026, lo que permitiría adquirir aproximadamente 10 mil millones de dólares, sujeto a las condiciones del mercado.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha acogido favorablemente estos cambios, enfatizando la necesidad de que Argentina refuerce su posición de reservas internacionales. Este sistema de bandas cambiarias fue establecido como parte de un programa de préstamo de 20 mil millones de dólares, de los cuales ya se han desembolsado 14 mil millones.
Compromisos y desafíos financieros
A pesar de los esfuerzos por cumplir con los requerimientos del FMI, Argentina enfrenta el desafío de alcanzar las metas fijadas para el final de 2025. En este sentido, el gobierno está negociando un waiver para evitar penalizaciones. La falta de reservas ha mantenido el riesgo país por encima de los 600 puntos básicos, lo que complica el acceso a los mercados internacionales. Para estabilizar la macroeconomía, la acumulación de reservas es esencial, especialmente con vencimientos de deuda que se aproximan.
El presidente Milei ha señalado que el objetivo final es permitir que el dólar flote libremente, lo que podría ayudar a reducir la volatilidad en el mercado cambiario. Con la reciente venta de bonos por mil millones de dólares, Argentina da un paso hacia su reintegración en el mercado local de deuda en dólares después de más de siete años.


