Inflación en España: Un vistazo a los números
En 2025, la tasa de inflación en España se ha mantenido en un 6,3%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Este aumento ha sido impulsado por el incremento de los precios de la energía y los alimentos, además de la recuperación post-pandémica. Comparado con el año anterior, donde la inflación fue del 4,5%, este crecimiento refleja una presión inflacionaria significativa.
Contexto del mercado laboral
El desempleo en España se sitúa en un 12,5%, mostrando una ligera disminución respecto al 13,1% en 2024. Sin embargo, la inflación ha erosionado el poder adquisitivo de los trabajadores, complicando la situación económica de muchas familias. La media de salarios ha aumentado un 3,2% en 2025, pero sigue por debajo de la tasa de inflación, lo que implica que el bienestar económico continúa siendo un desafío.
Variables macroeconómicas en juego
El Producto Interno Bruto (PIB) de España ha crecido un 2,1% en 2025, lo que representa una desaceleración en comparación con el 3,0% en 2024. Este crecimiento ha sido afectado por la disminución del consumo interno, a causa de la inflación, así como por la incertidumbre en los mercados internacionales. Los analistas prevén que la inversión en infraestructura y tecnologías sostenibles será clave para impulsar la economía en los próximos años.
Impacto en el consumo y la inversión
El consumo privado ha crecido un 1,8% en 2025, a pesar de la inflación. No obstante, los sectores más afectados son aquellos relacionados con bienes no esenciales. La inversión extranjera directa (IED) ha mostrado signos de recuperación, alcanzando aproximadamente 25.000 millones de euros, aunque todavía se encuentra por debajo de los niveles pre-pandemia.
Previsión de crecimiento económico
De cara a 2026, se espera que la inflación se estabilice en torno al 5,0%, a medida que las condiciones del mercado laboral mejoren y la economía se adapte a las nuevas realidades. Las previsiones indican que el PIB podría crecer un 2,5%, siempre que se mantenga un control sobre la inflación y se fomente la inversión. La economía española enfrenta desafíos significativos, pero con políticas adecuadas, el crecimiento es posible.



