Análisis del crecimiento económico de México en 2025: cifras y riesgos

El reciente anuncio sobre el crecimiento del 0.7% de la economía mexicana en el segundo trimestre de 2025 ha suscitado reacciones encontradas: ¿optimismo o escepticismo? Aunque los números superaron las expectativas de muchos analistas, la pregunta que todos se hacen es: ¿de verdad este crecimiento indica una salud económica sólida, o es solo un espejismo en un desierto de incertidumbres? Comprender el contexto detrás de estas cifras es clave para cualquier fundador o gestor de producto que busque navegar en estas aguas turbulentas.

Análisis de los números: ¿qué nos dicen realmente?

Los datos del INEGI indican que, tras un primer trimestre con un crecimiento de apenas 0.2% y una contracción del 0.7% en el cuarto trimestre de 2024, este crecimiento del segundo trimestre puede parecer un respiro. Sin embargo, al mirar más detenidamente, el panorama se complica. Los sectores secundarios, que abarcan la manufactura y la construcción, crecieron un 0.8%, mientras que el sector primario se contrajo un 1.3%. Este descenso se vincula a la prohibición de importaciones de ganado desde México impuesta por Estados Unidos, una medida que, aunque específica, refleja riesgos más amplios en las relaciones comerciales entre ambos países.

Además, el crecimiento de las exportaciones, que aumentó un 10.6% en junio, sugiere que la manufactura sigue siendo un pilar fundamental para la economía mexicana. Pero, ¿deberíamos dejarnos llevar solo por el optimismo? El crecimiento de las exportaciones puede ser volátil y depende de factores externos, como las políticas arancelarias de Estados Unidos. Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base, subraya que, aunque los datos sugieren que México no está en recesión, esto no significa que la economía esté en una trayectoria positiva.

Lecciones de los fracasos: ¿qué pueden aprender los fundadores?

He visto demasiadas startups fallar por no entender el verdadero contexto de su mercado y, como resultado, lanzar productos que no se alinean con las necesidades reales de los consumidores. En el caso de la economía mexicana, es fundamental que los fundadores comprendan que los números de crecimiento deben ser analizados en su totalidad. La clave aquí es el ajuste del producto al mercado (PMF, por sus siglas en inglés). Si una startup se basa únicamente en cifras positivas sin considerar el entorno económico y los posibles riesgos, el resultado puede ser desastroso.

Además, el churn rate y el customer acquisition cost (CAC) son métricas críticas que deben monitorearse. En el contexto mexicano, las empresas deben estar atentas al aumento de costos asociados a las importaciones y las restricciones comerciales, ya que esto puede impactar su capacidad de adquisición de clientes y, por ende, su sostenibilidad a largo plazo. La lección aquí es clara: no se puede ignorar el contexto macroeconómico al desarrollar estrategias de negocio.

Takeaways prácticos para navegar en la incertidumbre

Primero, es esencial adoptar un enfoque basado en datos. Los números no mienten y, aunque a veces parecen alentadores, es crucial analizarlos en profundidad para entender las tendencias subyacentes. Segundo, los fundadores deben estar listos para pivotar. La economía es dinámica y el contexto puede cambiar rápidamente, especialmente con políticas comerciales que pueden reconfigurar el panorama empresarial.

Finalmente, la colaboración es clave. Establecer relaciones sólidas con otros emprendedores y actores del sector puede proporcionar una red de apoyo invaluable en tiempos de incertidumbre. En resumen, el crecimiento económico de México ofrece tanto oportunidades como desafíos, y entender ambos aspectos es fundamental para cualquier empresario que busque prosperar en este entorno volátil.